Elena Martín Vivaldi, la gran poeta granadina

He utilizado la imagen de uno de sus libros porque quería mostraros su rostro, su expresión, ternura, agudeza y en esta foto está perfectamente reflejado lo que yo pretendía.


Elena Martín Vivaldi es la poeta granadina más conocida de todos los tiempos. Su obra poética está ampliamente difundida a través de revistas literarias, habiendo sido incluidos muchos de sus poemas en antologías y traducidos para publicaciones extranjeras. Mucho se ha escrito sobre esta mujer afable, conversadora, íntima también, y de extraordinaria sinceridad poética, intentando adscribir su obra a un determinado movimiento literario.
Representa, para algunos, el punto de enlace entre la generación del 27 y todos los movimientos posteriores (Antonio Carvajal, Luis García Montero, Rafael Juarez, Javier Egea, Luis Muñoz, ...). Para Gallego Morell, “Elena Martín Vivaldi pertenece a una Andalucía poética que no va a remolque de Alberti o de Lorca, sino que enhebra con el aliento de Juan Ramón Jiménez y de Salinas después y de Becquer antes”...
Pero su poesía, de acentos íntimos y profundos, de intenso lirismo y honda tristeza


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Hace un tiempo, en una visita a la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Granada, su Decana Maria Elena Martín Vivaldi, me regaló un libro editado en la misma Universidad "Unos labios dicen" de Elena Martín Vivaldi que consideré todo un privilegio. Hoy, quiero compartir con todos vosotros retazos de maravillosos sentires de tan ilustre dama.
Mi primera lectura es del interior de la contraportada donde, escrito de su puño y letra, figura este poema que tanto me ha gustado recitar.


Quiero dedicárselo a mi Decana y querida amiga Mª Elena, con todo mi cariño.

                                                                                           EN SOLEDAD 

                    

Y cuando se está solo, calladamente solo, / con esa soledad, tabique y muro, / que no atraviesa el mar, / ni hiere la luna, / ni aún pudiera ese
rayo - según dicen científicos- / que traspasa las casas y los muebles, / y llega allí hasta el punto vulnerable / donde hay un corazón que acaso late.
/ Cuando la soledad se hace materia opaca, / y nunca se ilumina por la estrella, / ni siquiera una voz la descompone / en pequeñas partículas de asombro. / Y no sirve una mano que se tiende / ancla o rama desnuda / para un  pájaro o vida. / En esta soledad, cuando sucede, / ya no sirve la llama. / Todo es oscuridad. / Noche es la noche.


Elena Martín Vivald
Septiembre 1984

"Unos labios dicen" [ANTOLOGÍA] 2006

Ilustraciones: Mª Teresa Martín Vivaldi

I.S.B.N.: 84-338-3972-1