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miércoles, 30 de noviembre de 2011

Tino - "flores y espinas" - Del Blog - - "A la sombra de un camello (en el desierto del Sahara)"

REFLEXIÓN
(después de la 30ª). POEMA



"flores y espinas"


El amor es un rosal
que en el corazón fecunda,
sus rosas son esperanzas,
desengaños sus espinas.

Flor mecida por el viento
vestida de primavera,
llenas mi vida de encantos,
la vacías en esperas.

De tus fuentes cristalinas
me ofreces tus aguas frescas,
y cuando me acerco a ellas,
eres desierto y arena.

Volcán de lavas ardientes
de palabras que me queman,
tus silencios son glaciales,
que mis sentimientos hielan.

Floreces en mi jardín
y me envuelves en tu aroma,
luego te ríes de mi,
con tu sonrisa burlona.

El amor es un rosal
que en el corazón fecunda,
puede ser por siempre eterno,
o la pena... más profunda!!.

Publicado por Tino 




martes, 29 de noviembre de 2011

S*ol Pereda - QUÉ DE TI, QUÉ DE MÍ - del Blog - "El viaje de la vida"

By  S*ol Pereda

Anoche
mientras me hablabas,
me hallaste con el alma
en otra mirada…

La tenue luz sin alba
te advirtió
que entre nosotros
ya sobraban
hasta las palabras.

Entre los sueños
y las verdades
que sólo ofrece el reposo
entre mis sábanas
hoy te escribo:

Más que lo que tú me das
es lo que yo permito recibir...

Y en esta vuelta de tuerca
nos encontramos,

que ni tú adivinas
en saber qué ofrecerme…

…ni yo acierto en abrazar
qué de ti querría quedarme.

 S*ol Pereda

lunes, 28 de noviembre de 2011

Isabel Martínez Barquero - ATARDECER QUE TIEMBLA


Atardecer que tiembla
By Isabel Martínez Barquero

Una cadencia, apenas un soplo, Atardecer que tiembla
y recuerdo aquello de lo que huyo.

La tarde se deshilacha en sutiles sombras,
la llama de la vela titila claroscuros,
el perfil de los montes se confunde en la retina.


Intento vagar por la superficie indolora del ocaso,
aspiro a descubrir de nuevo el júbilo de las palabras,
el grácil asombro ante las peripecias pergeñadas,
el interés por las vidas que me laten,
la serenidad de un interior abierto.


Retorna la cadencia y el alma se me abisma
en todas y cada una de las batallas sufridas.


No deseo la vuelta de los vértigos,
el despertar confuso de antiguos demonios,
la sinrazón del ahogo estéril,
la mustia rutina de la falta de ánimo.


No invoco al fantasma grisáceo de la melancolía
ni aspiro al devenir complejo de la desesperanza.


¿Por qué, a pesar de mis anhelos de evadirme,
me falla el fervor y me precipito
en recónditas y olvidadas simas?
¿Por qué, cual cicatriz que duele al mudar el tiempo,
me mortifican las heridas del pasado,
esas heridas que suponía curadas?


Humana soy, y a los humanos nos agitan tempestades,
aún cuando nos figuremos haber salido indemnes
de todos los conflictos a los que nuestra condición nos lleva.


Se abre paso la noche como una dama gélida
y yo definitivamente abrigo la soledad que escondo.


(De "La amenaza permanente")

Isabel Martínez Barquero 
19 de diciembre de 2009


domingo, 27 de noviembre de 2011

Humberto Dib - Ada



"Ada"
By Humberto Dib



Era una época en la que no se veían más alondras, ni mirlos, ni petirrojos. Ni siquiera había piojillos de aves a los cuales combatir. Era un misterio. Pero de la boca de Ada siempre asomaba un par de alas.
Bastaba con que dijera algo para que, mezclado entre las palabras, se escuchara también un murmullo de plumas. Muy pronto se corrió el rumor de que Ada era una devoradora de pájaros. Algo inaudito, había que encontrar una solución. La apresaron, le cortaron la lengua, le cosieron la boca, la colgaron de una cuerda, sin embargo, Ada no confesaba, apenas emitía un tímido gorjeo. Entonces fingieron el canto de algunas aves para atraerlas hacia Ada y así descubrirla in fraganti. Esperaron días, semanas y nada sucedió.
Cansados de tantas consideraciones, decidieron abrirle las entrañas. Allí encontraron ramitas, hebras y pelusas, formando un nido. En el centro había un huevo del que asomaba un piquito rompiendo el cascarón.


creado por Humberto Dib


http://humbertodib.blogspot.com/2011/09/ada_01.html

sábado, 26 de noviembre de 2011

Marinel - Paisajes nuevos



Paisajes nuevos

By Marinel

Inventa paisajes nuevos en los desiertos de piel que cubre mis blancos huesos.
En las cuencas de mis manos planta árboles de besos que tengan fuentes de lluvia para rociarte con ellos.
Allá donde se pierden mis senos, haz que crezcan amapolas para dormir tus luceros y en la cumbre de mi espalda plántame un pequeño huerto del que broten alimentos para llevar a tu boca sintiendo sabores nuevos.
Te cedo este vientre mío donde aposentes tus dedos para que nazcas un río por el que en la misma barca los dos juntos naveguemos.
No te olvides de inventar arco iris en mi cuello o de hacer brotar el eco de tu voz en las cuevas de mi pelo.
Recorre la curvatura de mis piernas en descenso que en tus manos son cascadas enroscadas a tu encuentro.
Y en el resto de mi cuerpo, en esta piel ahora albina como la nieve de invierno, píntame un cielo raso y sin agujeros negros, todo cuajado de estrellas  que iluminen el invento.
Ven.
Inventa paisajes nuevos… 


viernes, 25 de noviembre de 2011

Cecy - Un nuevo desayuno - Del blog "Simona, la luna y yo"

Edward Hopper
Un nuevo desayuno                      

Los que conocen a Simona, saben, que le gusta desayunar al menos dos días en la semana, fuera de su casa. Cuanto más desconocido y olvidado el bar, mejor. El ideal es, aquel lugar solitario, tranquilo, y que posea esa intimidad que a ella le gusta. 
Se mudó, y el nuevo bar, da la sensación cuando se ingresa, que esta detenido en el tiempo. Habitan muchos recuerdos en él, uno muy distinto del otro. Los ladrillos de la pared, están a la vista, prolijamente desalineados. Colgados hay unos discos de pasta, cuadros de artistas de cine, y la barra es un mueble de comedor antiguo, en el medio del salón la Rockola. Mezclarara, pero acogedora. Se sentó frente a la maquina expendedora de música, soltó una moneda y empezó a cantar Rupert Holmes. Vaya a saber porqué eligió esa música, que además escucha poco, todo da lo mismo en días con sabor a nada. Lo adopto desde hace unos meses, con la misma rutina, pedir el desayuno, soltar una moneda en la maquina expendedora; la música varía según el animo. Una de esas mañanas se dio cuenta, que en la mesa, frente a ella, un hombre la mira disimuladamente tras su libro...prestó atención...y si, eso ocurría cada vez, sin saber, si es desde su primera vez. ¡Que importa! pensó. A Simona le intriga porque la mira, sin decir nada... Una mañana, ella, lo sorprendió, fue a su mesa y lo invito a compartir el desayuno, juntos. El accedió con mucho gusto. Desde ese momento, se los ve hablando muy animadamente. 


Edward Hopper


Me contó Laura, la moza del bar, que lo curioso es escucharlos hablar, hablan en prosa. 
Y que él,  al despedirse, le regala hermosos besos poéticos, y ella una rebosante sonrisa.
 "Le llaman el bar de las causas perdidas".

Cecy

jueves, 24 de noviembre de 2011

Towanda - Recuérda... me - Del Blog "Mi modo de ver la vida".



3


Recuérda... me

By Towanda


"… Espero que recuerdes, aunque sea un minuto, lo que fuiste… lo que fuimos y me dediques un gesto, aunque mudo, para entender que continúas conmigo. Lo sabré entender y me ayudará a seguir adelante…”


Así terminaba la carta que Laly le había escrito a su amado Francisco.
La depositó en la bandeja, dónde le había preparado el desayuno.  Al  lado, un sello comprado el día de antes en una antigua Filatelia, no en vano,  Francisco había sido buen aficionado al bello arte de coleccionarlos.
Allí esperó sentada en su butaca a que él, su primer gran amor, iniciara el protocolo de todos los días con las tostadas y el café. Sin palabras… Con la mirada perdida en la taza o en la cucharilla… En su mundo de ausencia…
Una gota de café salpicó el sello y una exclamación, apenas perceptible, hizo que Laly le escudriñara con esperanza. Francisco tomó el sello y se lo llevó al jersey para limpiarlo; lo miró; lo volvió a limpiar y se lo llevó a la cara para notar la caricia en su mejilla… Cogió la carta con ambas manos y, por primera vez en mucho tiempo, pareció que leía. Los ojos bajos siguiendo cada línea… de izquierda a derecha… de derecha a izquierda.
Paró. Se llevó la carta a los labios y, con los ojos cerrados, la besó. Levantó la mirada, como un niño asustado, buscando los ojos de la mujer. Ojos nublados,  inundados de líquido. Parpadeó y las lágrimas comenzaron a fluir…
Cruce de miradas que reflejaban el inmenso amor que se sentían.
Tendió su mano hacia ella y le dijo: “Te recuerdo y te amo, ¡te amo tanto!… que me duele tenerte apenas por un instante…”. 
Un profundo beso selló el reencuentro de los enamorados.

Segundos de delicada lucidez en meses de silencio.  La enfermedad de Francisco les acababa de conceder un breve tiempo de ternura… suficiente para seguir adelante.

Towanda


miércoles, 23 de noviembre de 2011

Maritza Álvarez Vargas - A quienes corresponda - Del Blog "Verbal"







A quienes corresponda...


Llueve mucho para unos cuántos
(unos cuántos?)
miles de miles, millones de millones, mejor dicho...
que yo ya no los cuento, no alcanzo  ni puedo...
Ellos, los que quedaron al otro lado del puente
porque les dijeron que no se puede,
les dijeron que ya no hay esperanzas,
les dijeron que ya no hay motivaciones,
les dijeron que para qué,
les dijeron que el intento es vano,
que el fuego de la muerte les abrasará,
(y no sólo en las guerras declaradas)
les dijeron que hay sólo negatividad,
les dijeron que ya nadie cree en nada ni en nadie,
les dijeron que escucharán sólo blasfemias,
les hablaron de abortos y despedidas,
de claustros internos y externos,
buscando,
y hallando...

Y yo que veo cómo inunda esta lluvia espesa, mojándonos cada día y sin hacer nada, me pregunto, me pregunto tanto, y te pregunto hoy: con esos consejos, te atreverías tú a cruzar ese puente?
Darías ese paso aún?
Te cansa hablar de esto?
Te parece reiterativo y agotador,
tanto más aún en la manera de expresarlo hoy?

Mi deseo pobre (o rico, según el punto de vista)
sólo quiere árboles para llevarles frescura,
sombra, cobijo y esperanzas del verde;
libros que nos enseñen a ser mejores personas;
espíritus amplios y no dictadores!
que abran las puertas del conocimiento divino
y la comprensión del mismo;
lluvias sanadoras,
no las que anegan e inundan las poblaciones,
y hacen temblar mi alma
(porque yo estoy en mi hogar protegida y ellos no);
fusiles que disparen amor,
no que disparen a matar a su semejante;
cuerpos, sí, cuerpos que abracen,
que abracen mucho y reiteradamente...
manos que se estrechen,
corazones que se unan en afectos verdaderos,
y que sean transportes de ellos
hasta el último día de sus vidas...

Si tú me dices que sueño,
que soy ilusa,
que no vale la pena,
que no hay esperanzas,
mejor me quedo al otro lado del puente,
qué te parece...
y me ahogo en la lluvia eterna
reiterativa y agotadora
y me quemo en el fuego de la desesperanza,
que sus brasas me atrapen,
que ya no existo más. 


Maritza Álvarez Vargas

12 DE OCTUBRE DE 2011


lunes, 21 de noviembre de 2011

Maggie LP - una pintora maravillosa

Queridos amigos, hace unos días descubrí a esta maravillosa pintora y me ha parecido que os la debía presentar.
Os dejo el link por si queréis conocer más  obras suyas.
Gracias por estar siempre cerca de mi.


VIII, Óleo sobre lienzo, 61x46 cms, Maggie LP
Pintura al Óleo Rostro de Niña
El Arte en Rostros de Niña
Pintura Realista Niña al Óleo



ADMIRAR EL ARTE
Galería Virtual de Arte Latino 
GALERIA: PINTURAS NIÑAS AL ÓLEO


VI, Óleo sobre lienzo, 61x46 cms, Maggie LP
Niña con Sombrero Pintada al Óleo
Pintura Realista de Niña con Sombrero
Niña Pintada al Óleo

IX, Óleo sobre lienzo, 61x46 cms, Maggie LP
Niña en Paisaje Óleo
Pintura de Niña al Óleo Sobre Lienzo
Rostro de Niña al Óleo
Arte Figurativo al Óleo

Maggie LP, Pintora

http://admirarelarte.blogspot.com/2011_10_28_archive.html

domingo, 20 de noviembre de 2011

Felicidad Batista - Los espejos que se miran

Los espejos que se miran
By Felicidad Batista


Lucila Díaz y Graciela Aguiar eran hermanas gemelas y se las diferenciaba porque una tenía la expresión apagada y la otra risueña.  Odiaban poseer el mismo cuerpo en dos seres.
Su deseo más recóndito consistía en ser reconocidas en su individualidad. 
Esa lucha constante por establecer distancias las llevó a cambiar el orden de los apellidos y así cada vez que se presentaban causaban cierto revuelo. Por determinación pero sin ponerse de acuerdo representaban los polos opuestos. Si Lucila adoraba la luz sombría del otoño o la lluvia arrastrándose mimosa por los cristales, Graciela era una devota de los días deslumbrantes y los cielos azulados. Cuando las conversaciones políticas surgían, pese a que la Dictadura imponía el toque de silencio en aquellos oscuros años cuarenta, Lucila blandía su cruzada conservadora y monárquica y Graciela enarbolaba la bandera jacobina y republicana. Quiénes asistieron como testigos a sus furibundas dialécticas irreconciliables tuvieron que intervenir en más de un ocasión imponiendo armisticios a diestro y siniestro. 
A Lucila le gustaban los turrones, los dulces de almendra y las frutas escarchadas; por el contrario, la otra hermana disfrutaba con las toronjas, el chocolate negro y el refresco de quinina. Pero a pesar del esmero que pusieron en ser consideradas la una sin la otra siempre fueron para Bórcor las gemelas de don Martín.
La grieta de odio que se abrió en la niñez se volvió una zanja en la edad adulta. 
Y esa  distancia les impidió aunar sus fuerzas para  combatir la tiranía del padre que las recluyó para salvaguardar la honra y el buen nombre de su linaje. 
Sus vidas lentas transcurrían bordando y leyendo en el interior de una hacienda rodeada de una extensa plantación de plataneras. Sus paseos vigilados discurrían por un camino ancho flaqueado de palmeras altas y bamboleantes  que conducía a la ermita. Nada conocían del mundo exterior más allá de Bórcor. Solo sus ávidos ojos distinguían a Gran Canaria al otro lado del mar y en los días de Graciela el horizonte paría la silueta entre algodones de la isla de La Gomera y con suerte la de El Hierro.
Sin preverlo su padre introdujo la semilla de la unión entre las gemelas cuando contrató al nuevo capataz Ezequiel Reyes, al que todos llamaban El Inglés. 
Bordeaba la treintena, de piel asoleada, el pelo del color de las dunas y los ojos eran fondos de mar para Lucila y verdes como retamas en primavera para Graciela.  
Pronto organizaron una estrategia para esquivar la mirada atenta de la madre y en cronometrados turnos se escapaban de la casa en busca del hombre con aspecto extranjero. Al principio fue un juego, obtenían la libertad condicional y en solitario se adentraban entre las plataneras hasta localizar a Ezequiel y observarlo desde su escondite. El hombre diez años mayor que ellas y experimentado en las artes de seducción no tardó en tenderles las redes tramposas de su sonrisa en las que cayeron una detrás de la otra. Pero fue un secreto, como tantos otros, que no compartieron. Mientras una pensaba que la otra acechaba, las dos creían ser la única amante de Ezequiel. Graciela paladeó por primera vez el sabor dulce cuando la besó y Lucila conoció la amargura al sentir la ausencia durante días de los labios del capataz. Perdieron la honra a gusto bajo verdes y amarillos racimos de plátanos.
Pero las habladurías se extendieron  por Bórcor como se expande el veneno de serpiente por la sangre. Y antes de que el padre pidiera cuentas, el capataz huyó a su isla natal. Las gemelas acostumbradas a urdir en la sombra averiguaron por el servicio que Ezequiel Reyes había embarcado para La Palma. Diseñaron un proyecto que de resultar abriría las puertas del paraíso solo a una.
Lucila y Graciela no dudaron en sus posibilidades y se lanzaron sin demora. Construirían un velero en una cala oculta y accesible con sogas. Cada verano la familia pasaba una temporada larga en la casa de la playa, era el momento. 


Trabajaron duro y con sigilo. Todo valía, sábanas rotas, manteles robados, cuerdas de tender la ropa, tablas vomitadas por el mar, barriles de agua,  plátanos disecados y un sin fin de objetos que hicieran navegar aquella chalupa.
Una madrugada de agosto las hermanas se despertaron con el rugido de los alisios, saltaron de la cama y se orientaron con las estrellas hasta llegar a la barquilla y no tardaron en hacerla a la mar. La corriente fue favorable pero una vez abandonaron la costa norte de Tenerife las olas se alzaron y rasgaron las velas, partieron el mástil mal improvisado, saquearon las provisiones y desmantelaron la embarcación. Cuando un pesquero avistó a una mujer desmelenada tumbada sobre unas tablas junto a un mantel de calados ondeando al viento, creyeron que por fin se les había aparecido una sirena. 
La rescataron y aunque las preguntas caían sobre ella como arpones, no habló en cubierta, ni en tierra firme, ni después reveló el menor detalle sobre aquella travesía.

Mi padre Ezequiel nunca supo si mi madre era quien decía ser o si Graciela se escondía detrás de Lucila.

Publicado por Felicidad Batista 


http://www.buenosaires1929cafeliterario.com/search/label/gemelas

sábado, 19 de noviembre de 2011

MariluzGH - Combatiente César Vallejo



Combatiente César Vallejo
By MariluzGH


Todo tú,  
peregrino incansable
del más allá divino,
liberas con tu verso
los sufrimientos del hombre puro.

Aquél que anidando amores
huyó hacia el infortunio de la guerra fratricida.

Sin Dios
y sin más armas que tu voz
cruzaste la frontera -perdedor.

“Me moriré en París con aguacero”
-nos dijiste-
y héroe de amor herido
te marchaste,
en “Masa” convertido.

(MariluzGH)


Con este poema participo en la "CONVOCATORIA MUNDIAL, MIL POEMAS A CÉSAR VALLEJO"
http://entreimagenypalabra.blogspot.com/#axzz1Eun7B0rW Si copias, por favor, incluye el nombre del autor. La red es libre, respetar la propiedad intelectual la hace más libre.

viernes, 18 de noviembre de 2011

Galatea y el efecto pigmalión - Melodia en sol Mayor - del Blog "Galatea y el efecto pigmalión"


Melodía en sol Mayor...

By Rebeca Soler - Gala

Así me sentía a tu lado..., como una obertura en Mi menor (Em) ... eras mi particular sinfonía del Nuevo Mundo…

Apareciste en mi vida con una dulce cadencia que asedió mi estancia… estableciste mis ritmos… y compuse la melodía…combinando mil notas... formando un todo armónico…
Alegre, inspirado... 

De cadencia regular, afinada, acorde… solo alterada por un sostenido… elevándola un semitono para puntualizar en él la atención…

Si fueras una melodía… te habría escrito en su tonalidad relativa… 

Si fueras mi melodía, serias (mi) Sol Mayor…


Rebeca Soler - Gala 

http://efectopigmalion-galatea.blogspot.com/2010/12/melodia-en-sol-mayor.html