Hay algunos alumnos míos que carecen de la facultad del habla. Pero eso no ha impedido que se comuniquen maravillosamente con el corazón.
Los jueves por la tarde uno reniega de tener que viajar, sin excusas de por medio, a través de Lima. El tránsito es atroz. Recorrer más de veinte kilómetros en medio del bochorno de este verano, por los vericuetos de estas calles destruidas, con el viento ardiente sobre el rostro.
Pero todo eso se compensa si tienes alumnos maravillosos, con un aura celestial, mágica. Cuando ellos te hacen las preguntas con señas y gestos, uno trata de llenar ese espacio de expectativa que se genera en ellos. A veces no puedo responderles de la misma manera, porque soy un profesor común, sin muchas virtudes, quizá, pero que aún puede maravillarse con seres especiales, paradigmáticos.
No son sino sólo tres quienes te maravillan con su celestial silencio. Una de ellas es Kateryn, quien responde con una maravillosa rapidez a lo que se le explica., sin dudar, con esa paciencia y esa bondad que le brota a flor de piel. Igual sucede con Molly, quien tiene una dulce sonrisa y una paciencia conmigo cuando me faltan gestos con los cuales hacerles llegar alguna idea. Es menuda pero con una fuerza de voluntad para aprender que es envidiable. El varón del grupo es José que es un poco impaciente pero es un buen muchacho. Realmente que es un gusto trabajar con ellos.
Julio César Carranza
http://sombrasdefuegorelatos.blogspot.com/2010/02/los-principes-del-silencio.html
Son las personas que nos hacen ver que el ser humano puede ser maravilloso.
ResponderEliminar¡Un besazo!
Como sabes el curso ha terminado y se han celebrado, en algunos colegios, las clásicas fiestas fin de curso. El colegio de mi nieto es público y hay un grupo de niños/as con necesidades especiales; ese día, el de la fiesta, hay una pequeña, en silla de ruedas, necesita ayuda para moverse debido a su discapacidad cerebral,no dejé de prestarle atención, cuando bailaba siguiendo el ritmo de sus compañeros bastaba verle la cara, estaba iluminada, feliz, disfrutaba; como ella yo también lo hacia, fue uno de los pocos momentos que dejé de prestar atención a mi nieto.
ResponderEliminarUn abrazo.
Precioso relato el de Julio César. He sido 35 años docente y sé bien de sus sentires.
ResponderEliminarOs felicito a ambos a Julio por contarnos un trocito de su andadura y a ti Beatriz por ser uan nueca Juglar que nos seleccionas temas maravillos con tu preciosa declamación.
Enhorabuena
Un abrazos para ambos.
Beatriz,buena intuición tuviste al elegir el texto.
ResponderEliminarEn él vemos esos ojos privilegiados del profesor que descubren el espíritu infantil,diamante con reflejos divinos.
Mi felicitación para Julio Carranza por su sensibilidad y a ti por tu hermosa cadencia.
Mi abrazo inmenso para los dos.
M.Jesús
Precioso relato el de Julio César.
ResponderEliminarLos niños nos enseñan muchas cosas con la ingenuidad que les caracteriza.
Gracias por esta entrada a los dos.
Un abrazo.
Bellísimo relato escrito con la pluma de la emoción y la vocación de maestro. Esa diaria alegría que provocan estos pequeños seres sensibles al apradenzaje a través del cariño y la dedicación. Por cada progreso y cosa aprendida Julio debe sentir que su corazón estalla de orgullo. Preciosa música y hermosa interpretación. Un beso grande para los tres !!!
ResponderEliminarGracias por esta maravillosa lectura que enaltece al texto, Beatriz. Como siempre, el tono melodioso de tu voz completa esa emociòn necesaria para que cada palabra que llegue a cada corazòn y se vea que seres maravillosos nos rodean, como Molhy, Katerine y Josè.
ResponderEliminarQue Dios te bendiga, Beatriz.Muchas gracias.
Miguel Ángel, tus palabras siempre me hacen sonreir agradecida.
ResponderEliminarEmilio Manuel, los niños especiales tienen un ángel que te atrae y te hace quererlo por toque maravilloso. Estar cerca de ellos nos enriquece y ennoblece. Nuestra Maria es la prueba más palpable de lo que te digo, ella hace que el amor nos arrope y la alegría nos haga sentirnos bien. A todos ellos, mi admiración y orgullo, sí señor. Gracias por tu entrada.
Mara, si has sido docente habrás podido conocer y reconocer la bondad y la sinceridad de estos seres tan especiales y tan buenos; todo un ejemplo para todos nosotros. Gracias por estar cerquita.
Majecarmu, siempre tan cerca, tan buena, tan tierna. Muchos besoss.
Marga, así es, tienes toda la razón. Gracias a ti por pasar por esta tu casa y dejar tu reflexión. Un besito.
Diana, gracias por seguir a mi lado y hacernos tu reflexión.
Julio, qué decirte...que Dios bendiga tu aula, tus niños y a ti por hacernos llegar sus sonrisas y su bondad.
Feliz domingo, amigos.