Milagro en la catedral
By Luis Nieto del Valle
By Luis Nieto del Valle
Luz de las vidrieras, luz celestial
Donde sólo tú eras mi ángel
Pues era tu mirada o era que yo enloquecía
Luego tus frescas manos entre el calor de las mías
Por ello sentí miedo: tu juventud
me hizo sentir los siglos en las piedras,
toda mi edad dispuesta en sillería.
Te sentí tan lejos y a la vez tan cerca…!
Y acechaba la racionalidad desde las gárgolas:
habría de olvidarte, habría, debería…
El rosetón sobre tus labios me cegaba
Tu risa era limpia y tu alma pura
Tu cuerpo… incendiando la sequía,
la sequía de mi otoño en mi sequía.
Tu risa era mi fuente, un humedal de vida:
la vida de ese día, de ese día perfecto, de ese único día.
Y la sombra de mi racionalidad: debería olvidarte, debería…
Encapsulado en ámbar, mi olvido fue imposible
Inútil fue tratar de silenciar mi grito
Habría de volver, habría, debería…
Mi corazón, no sé, algo en mi interior que me mordía
por sentir tus abrazos, tu calor, tu alegría
Desesperadamente volví a llamar a la puerta de tus labios
Desesperadamente… en ti habito todavía.
© Luis Nieto del Valle
Muuuuy tierno :)
ResponderEliminarCariños.
Hermoso y dulce,maravilloso..
ResponderEliminarBesos.
Hola, Beatriz. Lo he escuchado 3 veces seguidas :-)
ResponderEliminarQué decirte del poema, siendo mío, tan sólo celebrar que tú lo eligieras, porque le tengo mucho cariño.
Por lo demás, tengo la suerte de que hayas añadido tu preciosa voz, la cual modulas y entonas a la perfección, de tal forma que añades atractivo a los textos. La letra de la canción de fondo, esos fragmentos, también son muy apropiados.
Enhorabuena por tu trabajo, por dar ese amor y difusión a la parte literaria, y GRACIAS.
Sublime la ternura demostrada por el autor y maravillosa la declamación, tuya Bea.
ResponderEliminarBesiños.
Muy tierno Beatris, y con esa voz que le pones, maravilloso.
ResponderEliminarAbrazos mil.
Me ha gustado mucho la solemnidad del poema,el respeto,la veneración y la belleza de ese amor en el tiempo.Beatriz,como siempre has bordado tu trabajo,que nos llega claro y sentido.
ResponderEliminarMi felicitación pora el autor,par tu voz y la música de Ruth.
Mi abrazo inmenso para los tres.
FELIZ SEMANA.
M.Jesús
Bueno,también tiene su mérito el cantante,que es mi querido Raphael...!
ResponderEliminarCuánto me alegro de encontrarlo por aquí...!
Un lugar sagrado elige el autor para un sentimiento también sagrado. Consciente de la diferencia entre el quiero y el debo; entre el debo y debo de...me habla también de alguien que conoce muy bien el significado y las sutiles diferencias que existen en las palabras que emplea. Me habla también de un ser íntegro y de un sentimiento sincero, limpio, enfrentándose a la razón. Afortunadamente, el corazón tiene arguementos que la razón no entiende...
ResponderEliminar..."en ti habito todavía"...
ResponderEliminarHermoso poema, no podía salir de tu voz otra cosa...
Me alegra asomarme a este mundo interior compatido.
Un abrazo muy fuerte!
Una pasión que ciega todo lo que le rodea...una energia imparable
ResponderEliminarUn abrazo
Más de lo mismo: una maravilla.
ResponderEliminarMe encanta todo lo que hacéis y lo bien que conjugáis el texto y la música.
Besos y agradecimientos.
Lugares mágicos,de inigualable belleza y energía que vive dentro del corazón
ResponderEliminarUn saludo
Hermoso.
ResponderEliminarUn torrente de dudas y pasión que con tu voz y la música de Ruth, realzan el sentimiento.
ResponderEliminarFelicidades a ambas y a Luis, al que ya sigo.
Un abrazo.
La ternura del poeta y la ternura de tu voz. Abrazos
ResponderEliminarConocía el poema original desde su "bautismo", pero escucharlo con tu voz hizo que se acentuasen aún más los sentimientos y sensaciones que este poema provoca en mí. Al escucharlo una segunda vez, la lluvia inundaba mis ojos y con una tercera no podía dejar pasar la oportunidad de felicitarte y enviarte como sugerencia a muchos amigos con tanta sensibilidad como la vuestra. Espero que a todos los lectores/oyentes les llegue un haz de luz de esa catedral mágica, con recuerdos enredados entre sus gárgolas y que les haga sentir el calor del amor y el milagro hecho palabras. Un besazo.
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