By Cristina
Con la
mirada perdida en el horizonte
busco el murmullo de tu lengua salada.
Una caracola gigante duerme en la arena
y el sol se apaga, lento se consume
la vela.
La brisa liviana acaricia el polen de las
amapolas,
entonces comprendo,
que floto,
vuelo,
y a dónde me dirijo.
Descanso unos segundos
en el sitio que beben las gaviotas,
veo el mar casado con el cielo, sin líneas
ni puntuaciones.
Y en cada ola que de nácar viste,
espero me responda,
a este bautizo nuevo,
pero te callas y anclas,
en la orilla de mi playa,
que espera ansiosa tus respuestas de mar!
Cristina
10 de noviembre de 2011
maravillosa! fántastica!! felicidades!!!
ResponderEliminar¡¡SIN PALABRAS!! Felicidades a las tres. Un beso de verano.
ResponderEliminarMi querida Beatriz, mil gracias por elegir compartir mis letras, se siente una emoción muy fuerte escuchar el poema declamado con tu hermosa voz.
ResponderEliminarTe felicito, por tu energía tan positiva y por tu hermoso sitio.
Abrazos infinitos desde Uruguay!
Cristina, ¡qué maravilloso escrito, cuánto dice!.
ResponderEliminarMuchísimas gracias Beatriz y Ruth por traernos hoy a tan buena escritora con la que comparto sus bellas y hermosas letras.
Besos a las tres.
Muy bello poema!!!
ResponderEliminarNada como el mar y su magia, para que las musas visiten!!!
Felicitaciones a las tres!!!
Besossssss
Hermoso y refrescante tema que te deja el alma llena.
ResponderEliminarLas que somos isleñas y hemos dormido al arrullo del mar, esa mar...,
sientes un brinco interior que te hace volver a tus orígenes.
Gracias a las tres.
Hola beatriz, ya estoy de nuevo por aqui, aunque al relentis con esta calor
ResponderEliminarAñoraba tu voz y la gente tan sensible que escoges para que nos traigan sus obras.
Un abrazo