Seguidores

viernes, 14 de diciembre de 2012

Recuerdos... 14 de diciembre



A menudo pasa por mi mente el recuerdo de mi viaje en aquel  tren...

De repente mi vida estaba girando muy deprisa, hacia unos meses que nada parecía normal y desde que ese cretino me dijo que solo era “una amiga” ¿Una amiga? Qué entendía él por eso cuando los dos últimos años habíamos sido inseparables y no lograba quitármelo de encima.

La verdad es que me derrumbé, perdí los papeles y ya nada volvió a ser como hasta ese tremendo momento que me dejó aplastada contra el asfalto sin poder apenas respirar.
Nunca imaginé que mi vida sería seguir sin él porque, aunque no me planteaba nada, dejaba pasar el tiempo sin atreverme a pensar que no me quería; por eso, en aquel momento, no supe reaccionar.
Con 22 años entre en picado en una depresión que me arrolló inexorablemente y me colapso durante 3 meses. Parecía que nada se podía hacer conmigo.
Días antes de Navidad, me recomendó el médico que volviera a trabajar para ver si eso me animaba…. Jajajajaj; siendo él el jefe… me animaría???
En cuanto llegué, con aspecto serio, me hizo saber que el resto de días que tenía pendiente de vacaciones o las cogía o las perdía a partir del 31 de diciembre. 
¡Mi gozo en un pozo! De regreso a casa fui elucubrando qué hacer para rellenar esos días y se me ocurrió partir en tren hacia Suiza donde mi querida tía Angelines estaría encantada de saber que llegaba alguien de España a visitarla.
El 14 de diciembre salí de la estación de trenes de valencia, camino de Lausanne. No puedo recordar qué tipo de billete adquirí pero tardé casi dos días en llegar. 
Naturalmente han pasado tantos años que no tengo muy claro nada, pero SI el mensaje que abrió vanos de par en par en mi mente e hizo que mi nueva filosofía de vida diera un giro que impediría para siempre la línea recta con barandillas, que tan a pecho me habían marcado durante toda mi educación.
Mis compañeros de viaje fueron una joven pareja de “hippies”.
Yo nunca había visto ninguno hasta aquel día de diciembre de 1978, y por supuesto, no sabía qué tipo de vida llevaban o que elecciones habían tenido que tomar para llegar a donde estaban. A posteriori, agradecí muchas veces la fortuna de haberlos encontrado en mi camino, en ese departamento pequeño y deteriorado, que nos llevó rumbo a lo desconocido a todos nosotros.
Hablaron horas y horas de su nueva vida, del por qué, de los beneficios, de la libertad, de su manera de vestir, de sus casas y viajes, de lo que era criar gallinas en una isla, Ibiza, donde se habían instalado, después de dejar su confortable vida en Madrid, en casa de familias acomodadas y clásicas, tras licenciarse sin gana alguna de acceder a su nueva condición.
Todo me parecía increíble.  No imaginaba que personas tan jóvenes (ni mayores, la verdad)  hubieran tenido el valor, la osadía, de trasgredir su línea recta y vivir “a su manera”. 
Ellos me marcaron a hierro como a un pequeño corderillo porque les entendí, les creí y comprendí y dejé un hueco en mi cerebro para poder imitar lo que necesitara y cuando la ocasión lo requiriera.

Con este pequeño relato quiero haceros entender que como digo muchas veces, la vida te da sorpresas y si abres bien los ojos y las asimilas en su justa medida, adaptándolas a tus expectativas, posiblemente podrás vivir muchas otras situaciones, que la cruda y rutinaria realidad.

Beatriz Salas 

10 comentarios:

  1. Con esta historia me has recordado mi juvenud en que de una forma u otra fui y me senti durante cierto tienpo hippi , pero el sacrificio que hacían mis padres para pagar estudios y residencia fuera de mi ciudad fueron más fuertes que la auténtica felicidad que proporcionaba una libertad que queda cosida para siempre en el alma.
    Tu historia preciosa no por la situación que comportaba que realmente es triste , preciosa por tu manera de contarla .
    Besos.

    ResponderEliminar
  2. No hay nada mejor que ir con los ojos bien abiertos, hasta en la cosa más simple se podrá ver algo que te sorprenderá. Eso lo aprendí hace algunos años con la antropología (la ciencia de saber mirar) y lo he seguido a rajatabla.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  3. Querisa Beatriz:
    Es realmente precioso leer todo le que escribes, porque lo haces de una manera tan tierna y entrañable que haces que lo mas triste se convierta en una bella historia.
    En este caso la historia empieza triste, sin embargo en ella podemos ver que las cosas por muy duras que sean, siempre tienen su parte positiva, siempre puede uno aprender de ellas para poder afrontar nuevas situaciones en el futuro.
    Un fuerte abrazo amiga desde
    LAS COSITAS DEL RINCON DE DOLORES

    ResponderEliminar
  4. El tren me trae muchos y buenos recuerdos. Siempre viaje en tren, mi padre era ferroviario. Un beso Beatriz y feliz ¡¡NAVIDAD!!

    ResponderEliminar
  5. Mi querida Beatriz, sigue siendo feliz.
    MIL ABRAZOS Y BESOS.
    Y UNA FELIZ NAVIDAD EN COMPAÑÍA DE LOS TUYOS!...

    ResponderEliminar
  6. Totalmente de acuerdo, Beatriz.
    La vida te da sorpresas que debemos asimilar y aprovechar.

    Ese viaje en tren de la protagonista seguro que hizo que a la vuelta al trabajo, aquella persona apastada en el asfalto, quedara atrás.

    Besos

    ResponderEliminar
  7. Querida Beatriz, ¡cuánto me agrada leer lo que escribes y narras!
    Me ha gustado tu regreso y me ha encantado leerte.
    Muchos besos. Rosa.

    ResponderEliminar
  8. Un relato para reflexionar y tomar conciencia de nuestras limitaciones

    Estos dias voy algo liada y no entro mucho pero voy sacando la cabecita a ratos

    besos

    ResponderEliminar
  9. Hola querida Beatriz, la vida es siempre una caja de sorpresas en las que todas tenemos depositadas: anhelos, desilusiones, desamores como en tú relato y también hay dentro un duendecillo magico que nos mira,
    nos observa y creo que siempre a pesar de ser duro el camino, nos recompensa pero en realidad hay que dar tiempo al tiempo.
    Felices Fiestas y felicidades por esos bellos logros.
    Abrazos alicantinos Pilar.

    ResponderEliminar
  10. GRACIAS por compartir otro retacito de su experiencia. En el momento justo me contó su historia, a veces ud es una maga con oficio noble de médico brujo, aunque no lo sepa. ABRAZOS, Beatriz, Que su labor sea bien recompensada, ABRAZOS a Ruth y FELIZ FIN DE AÑO YYYY Hagan un FELIZ MARAVILLOSO E INOLVIDABLE 2013.
    http://enfugayremolino.blogspot.com.ar/

    ResponderEliminar

Comentarios es tu espacio para expresarte.
Agradezco infinitamente que dejes tu huella.
Muchas gracias.

Beatriz Salas Escarpa