By Aina Rotger
Los tacones de mis botas se hunden entre el follaje y la sensación me resulta agradable; al otro lado de la acera los barrenderos limpian las calles de hojas como si de basura se tratara, deshaciéndose de un escobazo de mi romántica visión. Mis sueños duran un suspiro y ya no soy Ginger Rogers por las calles de Broadway sino Aina Rotger en una calle de Palma repleta de excrementos de perro y colillas de cigarros camuflados bajo una manta de hojas secas.
A veces me creo invencible, me autoconvenzo que soy capaz de parar el mundo y que mi aptitud es ilimitada. No soy consciente de que esos pensamientos son fruto de una escasa reflexión, por lo que cuando suceden devienen decisiones insensatas. Luego, después de las decisiones y a medida que se acerca el momento del juicio, la realidad se estampa ante mis ojos, recupero la mortalidad y, si se me permite, me echo atrás. Hay ocasiones que retroceder no me es concebido y son esos momentos en los que flaqueo y entierro mis anhelos en la desesperación de un "no voy a poder" camuflado por un "no quiero" como si un suicida que, en pleno proceso de vuelo, se arrepiente de haber saltado del ático.
La playa, que no pisé en verano, en invierno se ha convertido en mi asilo. Allí me resguardo de las banalidades cotidianas que nublan el entendimiento. De los futuros prometedores que se convierten en presentes decepcionantes. De recuerdos que se resisten al olvido, de alientos fingidos, pesares simulados y besos censurados. Y, rodeada de silencio, vuelvo a ser Ginger en su playa de Santa Mónica esperando, quizás, a mi Fred Astaire.
A veces me creo invencible, me autoconvenzo que soy capaz de parar el mundo y que mi aptitud es ilimitada. No soy consciente de que esos pensamientos son fruto de una escasa reflexión, por lo que cuando suceden devienen decisiones insensatas. Luego, después de las decisiones y a medida que se acerca el momento del juicio, la realidad se estampa ante mis ojos, recupero la mortalidad y, si se me permite, me echo atrás. Hay ocasiones que retroceder no me es concebido y son esos momentos en los que flaqueo y entierro mis anhelos en la desesperación de un "no voy a poder" camuflado por un "no quiero" como si un suicida que, en pleno proceso de vuelo, se arrepiente de haber saltado del ático.
La playa, que no pisé en verano, en invierno se ha convertido en mi asilo. Allí me resguardo de las banalidades cotidianas que nublan el entendimiento. De los futuros prometedores que se convierten en presentes decepcionantes. De recuerdos que se resisten al olvido, de alientos fingidos, pesares simulados y besos censurados. Y, rodeada de silencio, vuelvo a ser Ginger en su playa de Santa Mónica esperando, quizás, a mi Fred Astaire.
Aina Rotger
http://ainarotgervives.blogspot.com/2011/12/tardio-otono.html
ResponderEliminarNo soy un poeta,
soy un principiante
de palabras rimadas y pensadas
para no herir los sentimientos
de quienes las lean cuando se acercan
cual inexperta mariposa
a besar el aroma de los acantilados.
Cada día se vive un verso diferente,
motivo de sobra ilustrado
para continuar el camino
con la vista fija en el horizonte,
apoyado en la esperanza y el sosiego
no permitiendo el retroceso
al más endeble de los pensamientos.
Un beso de amor y ternura
María del Carmen
Un curioso "Tardío Otoño"; Felicitaciones a Aina por su texto y a Bea y Ruth por su maravilloso trabajo... Un fuerte abrazo para las tres!!!!
ResponderEliminarEl refugio en la playa que en el verano no pisé, se parece a un cerrar las puertas a la esperanza para no sufrir... 1Hermosa entrada!
ResponderEliminarBeatriz, qué ilsuión!
ResponderEliminarHas hecho que ese post, que en el momento de escribirlo no acabó de gustarme, se convierta en uno de mis preferidos. Con tu voz le das sentido a todas esas palabras que se escriben y leen de un plumazo. Ya te lo dije una vez, tu voz es embriagadora y aportas una carga emocional al texto que leído no consigue.
Un magnífico trabajo el tuyo y el de Ruth.
Muchas gracias.
Un besazo.
Creo que Aina ha sido capaz de describir una sensación que, creo, todos hemos sentido en alguna ocasión. Podría parecer que con ésto todo está ganado, pero no, no olvidemos que son sus palabras en forma de prosa, poéticas y tremendamente visuales las que nos hacen caer en la cuenta de que nosotros también podemos reconocer nuestros sentimientos en los suyos. Gracias, Aina.
ResponderEliminarHola Beatriz, bello tu blog y todo su contenido, te felicito amiga, tambien quiero felicitar
ResponderEliminara Aina Rotger por su relato tan bonito de
"Tardío Otoño" me ha gustado mucho, muy bien narrado,
besos y abrazos grandote.
Lola.
Que agradable sorpresa!!! Sólo leer el nombre ya sabía que eras de mi tierra. Yo también soy de Palma pero vivo en Girona.
ResponderEliminarTu s palabras, en la voz de Bea han hecho que evocara momentos de mi vida en los que actuo igual...y es que hay veces que, aunque nos estrellemos, no podemos evitar actuar sin reflexionar.
Una abraçada Aina
Gracias a las tres por hacer posible este rincón de letras bellas.
ResponderEliminarCon ternura
Sor.Cecilia
A veces, no por cambiar de escenario la vida nos va a tratar mejor; pero eso sí, la esperanza que no falte.
ResponderEliminarEnhorabuena a las tres. Quedó precioso.
Besos.
Bello como todo lo que hacen uds, y una hermosa entrada para reflexionar en silencio escuchando en tu calida voz.
ResponderEliminarsaludos un abrazoo.
Muy hermosa entrada bella imagen de otoño.
ResponderEliminarBesos que estés muy bien.
Hacéis magia con tu voz y Ruth con la música.Sencillamente magnífico.
ResponderEliminarBesos.
Ha sido toda una experiencia leer el relato de Aina. Y mucho más aun escucharlo con tu voz privilegiada, Beatriz.
ResponderEliminarUn abrazo y felicitaciones a ambas.
Ian.
precioso trabajo ,Felicitaciones
ResponderEliminardetenerse e hibernar es práctica de muchos para no exponer al corazón a más embates del amor
quizá por ello que el mundo ha dejado de ser un sentir cálido y se ha vuelto frío y calculador
abrazooo y buena senergías
Soñar, recorrer la vida por una calle en cualquier lugar del mundo, creerse invencible y despertar de nuevo para enfrentarse a la realidad que, muchas veces, no se parece en nada a lo que soñamos.
ResponderEliminarUn relato bien logrado con un buen manejo del idioma.
Tu voz, Beatriz, siempre es una maravilla...ya me gusta oírte!!!
Gran obra, la música de fondo, las palabras... parece mágico...
ResponderEliminarUn saludo a las dos!
Lo he escuchado en el blog de aina y me he quedado maravillado de la voz y de lo bien que lo narras. Brillante.
ResponderEliminarPor Dios, cuánto me ha costado comentar! uuufff... después no podía escucharte,Beatriz, y no me resigné e intenté un montón de veces... hasta que por fin, y me quedo pensando en que saberse y sentirse, con todas las flaquezas pero también con las fortalezas que tenemos todos, es de sabios, creo, y que esta aceptación de nosotros mismos nos lleva prácticamente toda la vida.
ResponderEliminarNo sé si he interpretado correctamente el texto, pero eso es lo que me queda grande aquí dentro. Es un hermoso texto y la melodía de Ruth es muy emocionante. Tu voz, muy energizante...
Ha sido un gusto, como siempre.
;)
Felicitaciones.
BESOS y abrazos grandes, desde mi Chile.
SIEMPRE USTEDES(BEATRIS Y RUTH) CON SU CREATIVIDAD HACEN QUE LOS ESCRITOS SE SIENTAN!!!
ResponderEliminarBESOS
ResponderEliminarCuando mires las estrellas
acuérdate de mi
porque en cada una de ellas
he dejado un abrazo para ti.
Pasa un feliz fin de semana
y serás protagonista
de un millón de sonrisas.
María del Carmen
Felicidades a Aina por sus letras y muchos abrazos a ustedes que hacen posible la sonrisa en el rostro de quien escribe, la emoción de escucharlas de sentirlas.
ResponderEliminarBeatriz, Ruth, les dejo mi abrazo y deseo de un hermoso fin de semana
Algunas playas conservan huellas, otras sólo nuestros recuerdos
ResponderEliminarY como siempre...las no transitadas, son una interrogante en la vida, que nunca más lograremos desvelar
Precioso texto, y precioso trabajo
Felicitaciones a las tres!!!
Besosssss y lindo finde!
Hello, Beatriz Salas.
ResponderEliminarEven more severe in winter, but.
Your work is embraced in your gentleness.
Thank you for the warmth of your heart.
The prayer for all peace.
Have a good weekend. From Japan ruma ❃
Hacer una amiga es una gracia,
ResponderEliminartener una amiga es un don,
conservar una amiga es una virtud,
ser tu amiga un honor.
Te deseo una feliz semana Amiga.
Un beso y mi cariño siempre para ti.
Enhorabuena a Aina por este texto y a tí por ese trabajo de recopilación bloggera. Buen tándem.
ResponderEliminarMe resulta muy curioso oir a Aina en vez de leerla. La voz de Beatriz, cautivadora.
ResponderEliminarPasé a recoger mi dosis de tu voz y de bellas letras... me voy plenamente satisfecho... :)
ResponderEliminarbesos