Esperanza Temprano Posada
Se quedó enganchada en esa guerra que le robó los besos que nunca dio y los novios que nunca tuvo, y se refugió en la pegajosa felicidad de las pastillas de café con leche.
Una noche de marzo, cuando los caramelos empezaron a saberle a café amargo, saltó al vacío, pero se levantó y siguió muriendo.
Ahora ya ni los prueba, no sea que se le peguen a los dientes que no tiene y a los recuerdos que no guarda.
Esperanza Temprano Posada
Publicado por Torcuato
Increible texto , me deja como con ganas de saber mas de alguien o de una historia. Curioso , extraño o inquietante mejor dicho .
ResponderEliminar¿Como estas Beatriz ? He publicado un poema nuevo , si tienes un momento , hay esta.
Cuidate mucho , invencible dedicado a mujeres como seguro eres tu , luchadora.
Una historia profunda, que impacta y que invita a dejar volar nuestra imaginación y así dibujar en nuestra mente a la Tía Rita. Felicitaciones!!
ResponderEliminarBeatriz te quiero mucho, gracias por ser un instrumento para que a través de tu blog puedas hacer feliz a muchas personas que gracias a tu dedicación hace que nos sintamos realizadas. Besos y Dios te bendiga. Tere.
Es una historia triste... creo que nos deja como moraleja que debemos vivir la vida antes de que se nos pase sin darnos cuenta y sin haberla ni siquiera saboreado un poquito!!
ResponderEliminarBesitos para ti y para todos los amigos que te siguen...
La tristeza de una historia contada maravillosamente. Nos deja un sabor a café amargo y ganas de correr a abrazar a la tía Rita. Felicitaciones a las tres por brindarnos un momento tan emotivo... Besos y abrazooooooooos!!!!!
ResponderEliminarMe sugiere la historia opaca de muchas otras mujeres pretéritas, tristes y enlutadas antes de la madurez.
ResponderEliminarEsa historia la conozco, terminó mal, tirándose por el balcón.
ResponderEliminarAbrazos
Ainsss... Querido Emilio... Sabes? A veces hasta la entiendo.
EliminarUn abrazo fuerte, querido amigo.
Al final... triste desenlace, pero yo también la comprendo. Abrazos.
EliminarTodos pasamos por momentos en los que nos planteamos preguntas que hieren hasta el alma; pero aún así merece la pena vivir mientras a la vida sepas adornar con algo bello que te motive.
ResponderEliminarUn abrazo Beatriz
¡Que gratísima sorpresa! Me ha encantado escuchar mi relato con tu voz y esa fantástica música acompañando. Gracias, muchísimas gracias y bienvenida a mi casa.
ResponderEliminarUn abrazo
P.D. Una aclaración para Emilio, esta historía no terminó tirándose por el balcón, no olvides que se levantó y aún hoy día la tia Rita sigue muriendo.
Hermoso homenaje a todas las Tía Rita que "nacieron siendo mayor" en una época que nunca debió existir. Esperanza, es un micro precioso en su tristeza. Esos "recuerdos que no guarda" son terribles, sobre todo si no se pudieron vivir.
ResponderEliminarY como siempre, esa voz y esa música que es una jeringuilla directa al corazón del lector-oyente. Buen trabajo de equipo.
¡Llega! la hermosa letra, de esa tía Rita que todos hemos tenido; pero yo no he sabido contarlo como la hace Esperanza y en tu voz, tu voz entrañable y cálida, merece el más caluroso aplauso.
ResponderEliminarFelicidades a las tres.
Un beso.
Cuánta tristeza, amargura y soledad inunda esta historia tan bien escrita en pocas palabras. Mis felicitaciones a la autora, es genial; también para ti Beatriz, que como siempre lo adornas con un tono que traslada al centro del mismo relato.
ResponderEliminarBesos a las tres.
Passando para desejar um bom final de semana.
ResponderEliminarBeijos de luz.
Lua.
http://naturezadeluanegra.blogspot.com/
Que fuerte relato.
ResponderEliminarQue sensaciòn de perdida.
Muy bueno, realmente.
Un abrazo.
Beatriz: Muy buena elección la tuya escogiendo este formidable microrrelato para mostrarlo y leerlo en tu blog.
ResponderEliminarBreve pero intenso. De esos que te dejan ganas de saber más.
Enhorabuena a la ganadora y a vosotras por todo.
Un abrazo de Mos desde la orilla de las palabras.
ResponderEliminarLa Vida es espectacular y hay que aprovechar a disfrutarla en todas sus vertientes, incluido el carnaval que mañana es su día grande y algunos de los más jóvenes lo pasaran en grande devolviéndoles la alegría a los no ya tan jóvenes...
Te deseo un fin de semana lleno de todo aquello que tu alma necesite por abrigo...
Un beso
un abrazo
y mi aprecio
para siempre
María del Carmen
Un microrrelato muy bueno: conciso, con las palabras justas para, con poco, contar mucho.
ResponderEliminarMe ha encantado la historia de esta tía Rita.
Enhorabuena a Esperanza, a ti por la selección y declamación y a Ruth por el montaje musical.
Abrazos para las tres.
Me ha encantado oír las palabras de Esperanza tan bien arropadas por tu voz y la música. Un precioso trabajo. Enhorabuena.
ResponderEliminarBesos desde el aire
Qué triste!!! Hay muchas asi, demasiadas...esa educación oscura...
ResponderEliminarMuy buen relato
Besos Beatriz
No conocía este relato de Esperanza, profundamente evocador de una tristeza antigua, perenne, pegajosa como una sombra.
ResponderEliminarEs mi primera visita a esta casa y quedo impresionado por tu interpretación, Beatriz.
Señalaré el camino desde mi rincón para que los amigos que no te conozcan puedan encontrarte. Mientras tanto, me quedo asomado a tu ventana.
Pobrecita, hay muchas tias Rita, un relato triste pero entrañable, buena la labor la tuya Beatriz
ResponderEliminarBsss
Bellísima descripción de esa tía Rita, que fue tía de todos.
ResponderEliminarMe la habéis traído de nuevo a la memoria.
Precioso el relato de Esperanza.
Gracias. Besos
Muy bueno, me gusta cómo transmite esa desolación del no vivir y no morir, como en un bucle del que la protagonista no puede salir. Creo que pocas cosas pueden ser más terribles que sentirse condenado a vivir.
ResponderEliminarQue bonito escrito de una realidad y en tu voz aun lo sientes mas, genial simplemente genial :)
ResponderEliminarBesitos y sonrisas a pares :-)
Cuan pocas palabras usa Esperanza para darle vida a una tía que al leer y escuchar emmpezamos a contemplarla. Felicitaciones a las tres.
ResponderEliminarEstas invitada a "Copas vacias"
http://nidaeldore.blogspot.com
Besos. Muchos besos
Me encanta esa tia Rita que sigue decidiendo aunque sea dejar de comer caramelos.
ResponderEliminarFelicidades Esperanza y Beatriz.
ResponderEliminarTriste que la tía Rita siga muriendo, pero así es, casi como todos nosotros, excepto los inmortales, escritos.
Gracias, un abrazo