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sábado, 18 de febrero de 2012

Midala - La buena de Mercedes



La buena de Mercedes

By Midala

 23/08/2011
Estaba triste y abatido, este revés de la vida no lo iba a poder superar nunca. Se había ido su mujer, había sido su amiga y su amante, su compañera de risas y lágrimas, habían compartido juntos 50 años en común y tenido cinco hijos. Antes de morir, le ordenó salir a la calle, que no se quedara en casa como si fuera ya un abuelo mayor, que saliera al jardín para ver jugar a los niños, que a ellos les gustaba mucho hacerlo.
José, cumplía su promesa cada día. Llegaba al mismo banco donde se sentaba con ella y la añoraba.
Esa mujer tierna y alegre que había sido su Matilde, amante de su familia y de sus amigos, lo había dejado en el tramo final de su vida. Ella se había ido primero, dejándolo cojo y manco sin su presencia.
Se sentó a su lado una anciana con un libro. Mercedes, así se llamaba; iba todas las tardes al jardín a leer. Ella conocía de vista a ese señor y a su mujer, pero ya llevaba unos meses viéndolo solo, por lo que se imaginó que su mujer había fallecido. Decidió hacerle compañía y se sentó a su lado.
- ¿Oiga, me podría decir el título del libro? Hoy cogí el primero que me salió de la estantería. Será releído de nuevo.
- Claro que no me importaría decirle el título del libro si llevara las gafas encima pero como no las llevo, no se lo puedo decir.
A Mercedes le dio un ataque de risa y le dijo que malo era no llegar a viejo, pero llegar con estos achaques hasta se hacía divertido.
 Mercedes era una mujer muy vital, con una energía tremenda a pesar de sus 86 años y un sentido del humor espectacular.
- No vemos... no oímos y si nos sacamos la dentadura postiza, parecemos todos unos clones-, reía Mercedes.
José reía a carcajadas, pero no sabía si esa buena mujer era una loca o sencillamente vivía la vida con alegría.
Pasaron la tarde en el jardín, ella le contaba sus peripecias con su auto, porque ella conducía y José se mataba de la risa, imaginándola sin ver y sin oír, pero conduciendo un coche. Lo contaba todo con una gracia y olé que tenía la buena de la mujer... Ya no recordaba las señales de tráfico, pero ella seguía cogiendo su cochecito para ir a sus recados. Iba despacito, eso sí, así evitaría accidentes, decía ella toda llena de razón, ¡cuándo no sabía los que podría haber provocado con su lentitud!
La tarde fue muy agradable y José volvió a sonreír.
Todas las tardes esperaban el uno al otro para contarse sus batallas matinales, sus quehaceres diarios y sus lástimas de enfermedades. Mercedes se reía muchísimo. Era una gran mujer y muy divertida. José estaba encantado de estar con ella, pues hacía más llevadera la pérdida de su esposa. Todas las tardes bajaba al jardín, esperando encontrarla para hablar de sus batallas.
Pero un día de invierno, José no se presentó a la cita, ni al día siguiente, ni al otro. Mercedes pasó unos días muy tristes pues le había cogido cariño. Lo esperó un mes sin ningún resultado y pensó lo peor; entonces, miró al frente... vio lo que había, y se acercó a un ancianito que estaba sentado en un banquillo solo.
- Caballero… ¿Me podría decir el título del libro? Hoy cogí el primero que me salió de la estantería. Será releído de nuevo.
Todos tenemos un ángel detrás de nosotros. ¡Nuestra misión es encontrarlo!

Midala

 23/08/2011

25 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  3. Hermosa y emotiva historia. Los ancianos están muy solos pero siempre hay personas que entregan su compañía y su cariño sin más, y son esos ángeles de la guarda que todos esperamos.
    Besos.

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  4. Algo desconocido me ha impedido hoy escuchar tu voz inequívoca, privándome de la mitad del contenido de esta página. ¡Cómo lo lamento!

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  5. Querida Bea. Aunque el relato tiene su punto de tristeza en el fondo también nos transmite la alegría de la vida. Y es que en cualquier momento de la nuestra, puede saltar el chispazo, el amor, la magia. Tanto a Mercedes como a José les pasó casi en el ocaso de sus vidas, pero no por ello pierde valor. Simplemente por esos días en que las sonrisas volvieron a sus almas mereció la pena el camino de los años. Midala es un genio sin duda su relato lleno de ternura toca a cualquier corazón por duro que pudiese parecer. Desde aquí quiero expresar mi admiración y respeto por ella, y una vez más también felicitarte a Tí por tu énfasis en la interpretación y por la música de piano tan estupendamente elegida. Mil besos para ambas.

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  6. Amiga Beatriz; enternecedor relato y que hace pensar que llegar a la vejez con alegría ysentido del humor es fundamental.
    Un abrazo

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  7. Que hermoso relato, triste y esperanzador a la vez, y así contado te llena el alma, la bonita voz que lo narra lo hace más entrañable.

    Saludos,

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  8. Vengo del espacio de Midala; te felicito por esta interpretación. Recuerdo que leí el cuento originalmente y me gustó, es muy dulce. Y justamente tu voz rescata de la posible melancolía que ronda el relato los factores de dulzura y vitalidad tan fundamentales en la historia.
    Me gustó el tono, la emoción, la música de fondo y sobre todo el momento en el cual ponías las pausas.

    Un fuerte abrazo, por aquí me quedo.

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  9. Una bella historia de compañía y soledad. Muy triste a pesar de esos momentos de esparcimiento.

    Mis felicitaciones a la autora por sus geniales letras, y a ti Beatriz por llevarnos directamente a ese parque.

    Besos a las tres.

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  10. Una historia con mucha ternura. Sencilla humana. Tanto que uno mismo se sienta en ese mismo banco a compartir sus charlas.
    Felicitaciones a Midala a ti y a tu ángel musical.

    Estan invitadas a "Copas vacias"
    http://nidaeldore.blogspot.com

    Besos y cariños a las tres

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  11. Ahhhhhhhhhhhhhh los relatos de mi querida Midalaaaaaaaaaa!!!! Lo había leído apenas lo publicó en su blog y me produjo tanta ternura y emoción... Y ahora, tanto Ruth como vos, Bea, le han dado ese toque mágico, propio del "ángel de Merceces". Un MUY fuerte abrazo para las tres!!!! Fue bellísimo escucharlo.

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  12. ¡Cuánta sabiduria comprime este relato! Mis felicidades a la Midala (autora), y a Beatriz por relatarlo tan magistralmente dándole ese toque de hace que se nos remueva por dentro 'algo', que se nos empañen los ojos al leerlo, al escucharlo.

    Besos para las dos.

    Geles

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  13. Si es que Midala tiene un geniecillo dentro que le dicta la emoción cada mañana. Mercedes (me siento identificada con mi tocaya)es todo lo que me gustaría ser a su edad: alegría y generosidad.
    Un abrazo para ella y otros dos para ti , Beatriz y para Ruth.

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  14. Qué bonito ha quedado!!!! y que alegria me ha verla tan feliz!!

    Besos para todas!!!

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  15. Es tan lindo visitarte y escuchar los poemas y textos, me hacen viajar a través de los versos que o textos que la autora desea compartir y tu a través de tu-voz.. me quedo quietecita escuchando y disfrutando :D
    un abrazo a las tres :D

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  16. Un historia entrañable.
    Seguro que hay muchas Mercedes, en los parques, con un libro en la mano...
    Sólo hay que mirar con atención, ¿verdad, Beatriz?
    Me ha emocionado tu lectura y la música de Ruth, exquisita.
    Dos besos grandes.

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  17. Si algo quisiera conservar hasta el último día es la alegría de Mercedes, tal vez lo más difícil.
    Hermoso relato, y en tu voz, doblemente bello.
    Un abrazo y hasta pronto.

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  18. ahhhhhhhhhhhh por diossssss rhutttttttt no te enfades conmigoooo!!!jajajajjajajajaj si es que la felicidad me desbordó al oir el relato en la voz de Bea y...me olvide de darte las gracias rhut por la música tan chula que le pones.Si es que soy un caso,cuándo no es mi relato,os mando piropos para las dos y ahora que es el mio..me olvidooooooooo de unaaaaaaaaaaa de vosotrasssssss jajajjajajajajaja.Sorry por dios de verdad!!Me autocastigo lo prometo!!Millll besitos para las dos y millll gracias y si podeis mandarmelo a mi correo para que lo escuchen mis padres os lo agradezco!!

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    Respuestas
    1. Jajajajaajajaj ¡¡¡Eres increíble!!! La alegría de todos nosotros, te lo aseguro.
      Me encanta que te haya gustado y me siento muy feliz al sentir tu alegría.
      Por otro lado, te he mandado dos mails pero creo que no tengo bien el correo porque observo que no los has recibido! Mándame tú uno y vuelvo a intentarlo.

      Muchos besitoss reina!

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  19. Midala nos tiene acostumbrados a relatos profundos y bien logrados.
    Como siempre Beatriz, tu voz enriqueces las letras
    Un abrazo

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  20. Has hecho una muy buena elección para tu lectura de hoy.
    Me parece que la vejez es la etapa más dura de la vida y son estos momentos tan llenos de ternura , los que que ayudan a entenderla.
    Un saludo

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  21. Midala, le felicito por tan sensible escrito, y tan real.
    También, quiero felicitar a Ruth y a Beatriz por hacer que conozca a una escritora tan genial.
    Muchos besos a las tres.
    Rosa.

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  22. Me encantan sus relatos y me consta que se ha sentido muy contenta con esta lectura musicalizada tuya.
    Y no es para menos.
    Besos a todas.

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  23. Que hermosura de relato, tan esperanzador y tan real en alguna de sus anécdotas. Me ha encantadooirlo con tu dulce voz Bea

    Un abrazo

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  24. Muy tierno y encantador relato verdaderamente!

    Con la voz de Beatriz y el piano de fondo, le dà un sentido esplèndido y esperanzador para nunca dejar de soñar!
    /Un fuerte abrazo a Beatriz, Ruth y a su autora Midala
    Gracias por compartir!

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Beatriz Salas Escarpa