La casualidad quiso que “el día de la madre” lo pasara en
Tenerife junto a mi padre, mi hermano y familia y la familia de mi cuñada. Los
domingos, desde siempre, sobre medio día empezamos a llegar para pasar la
jornada todos juntos en la Finca. Ir allí es entrar en otro mundo, un mundo
donde el cariño de la matriarca abraza a todos cuantos acuden. Rosina-madre es un
ser especial, único, toda ella es ternura y bondad, con una sonrisa que nunca
se apaga y un tono de voz que te atrapa desde el primer momento.
Su leitmotiv es hacer que los demás estén bien, se sientan felices y
partan con pena y alegres por lo bien que lo han pasado. Esa es su vida.
No hay domingo que lleguemos y no la encontremos en la cocina,
preparando muchas cosas a la vez, intentando que estén rico, rico, rico y
cuidándonos con detalles y ternura.
Siempre hay alguno de sus nietos cerca, su casa nunca está vacía y los
ves abrazarla, cuidarla y mimarla como ella misma hace con ellos. Su hija la
adora y todo ese afecto se siente y vive en las horas que algunos domingos paso
por su hogar.
Hace mucho años que la conozco y siempre que la veo no puedo evitar
abrazarla fuerte como queriendo retener su bondad y lo que me hace sentir. Hoy
ya no está mi madre, por desgracia hace años que se nos fue, y haber podido
pasar aquí este especial día, me ha llenado de gozo. Además ha hecho paella, mi
plato preferido, y tenía que cerrar los ojos para que el perfecto sabor llegara
directo a mi corazón agradecido.
Es un ser tan generoso, llena fuerza, valiente y a la vez tan frágil. La vida le va poniendo pruebas que va superando con la entereza que le caracteriza, una enfermedad, problemas de todo tipo, etc, pero no la he oído quejarse nunca y para mí es un ejemplo de valentía, valía y valor.
Hoy, en "su día", quería que supiera lo que me inspira su presencia, cuánto la admiro y que agradezco enormemente haberme cruzado en su camino.
Hoy, en "su día", quería que supiera lo que me inspira su presencia, cuánto la admiro y que agradezco enormemente haberme cruzado en su camino.
Vivo lejos, muy lejos y cada vez que me marcho a mi casa, me voy con la
sensación de que me estoy perdiendo a un ser diferente, lleno de luz, que me calma y me hace
sentir bien. Y en realidad que la quiero con el corazón y siempre la tengo presente en mi día a día.
Beatriz Salas
Beatriz Salas
Ay, ¿qué tendrán las madres?
ResponderEliminarEs magnifico, una gran suerte contar con un ser así. De los que llenan la vida de los demás sin aspavientos, como la cosa más natural, ofreciendo su cariño maternal a hijos propios y "postizos". Y mientras más amor dan, lejos de agotarse, crece aún más, como un manatial inagotable.
ResponderEliminarUn fuerte y cálido abrazo en este seis de mayo que, como todos los demás del año, también es día de la madre...
Ese leitmotiv que manifiestas es el mismo que tienen muchas madres, por eso el "día de las madres", debe de celebrarse los 365 días de año, y el doble los domingos y festivos cuando le multiplicamos por "ene" el trabajo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Dicen que el amor atrae más amor, y yo deseo creer que es así. Opino que la energía positiva siempre genera más positividad, del mismo modo que rodearse de negatividad hace que la oscuridad se intensifique. Ayer fue un día de esos donde el amor caminaba por las casas. Una madre siempre sabe repartir amor, aunque no lo reciba del mismo modo, porque el amor de "madre" es pura generosidad, el amor más generoso que existe. Pero ese amor continúa hoy, y mañana, y pasado, y todos los días de sus vidas. Estoy segura que si pudiese unirse tanto amor y lanzarlo al viento, este mundo nuestro bajaría la cabeza avergonzado y, tal vez, se volvería algo mejor. Me ha emocionado este relato - realidad. No conocía tu blog, Beatriz, y hoy, por aquello de la casualidad, he dado con él, lo cual me alegra. He podido comentar esta entrada que me ha llegado, he curioseado tu blog un poco y, si me lo permites, me quedare en él.
ResponderEliminarUn abrazo afectuoso de tu nueva seguidora
Fina
Es una delicia, la descripción que has hecho sobre este día especial.Ternura eso me inspira y nostalgia,ganas de aparecer mágicamente en un lugar así y disfrutarlo.Abrazos que siempre vienen bien.
ResponderEliminarMuy bella y tierna tu entrada, que sería de nosotros sin las madres, nos llenan de su amor infinito, estimada Beatriz que pases un buen dia, un abrazo.J.R.
ResponderEliminarQué situación tan entrañable y tan maravillosamente contada. Felices los que sabemos valorar los buenos momentos. Un abrazo.
ResponderEliminarComo dice otro comentario : ¿Que tendran las madres? jejej , beatriz es un placer visitarte siempre y saber de ti. pd : Espero otro trabajito de doblaje ehh el ultimo me encanto . Cuidato mucho , besos manu.
ResponderEliminarQue hermoso..Cuanto hecho de menos a mi madre...Me alegro por ti de tu día especial,son momentos maravillosos que nunca se olvidan.Bikiños
ResponderEliminarQuerida Beatriz:
ResponderEliminarSiempre hay un ser especial y afectuoso que con su ternura nos hace acordar de nuestras madres. Qué pena que la tuya ya se haya marchado pero ella siempre estará contigo.
Recibe un abrazo con el calorcito primaveral de escandinavia.
Beatriz, es un gran reconocimiento que le haces a esa mujer maravillosa llamada Rosina y que reparte amor a todos quienes llegan a su casa.Un justo homenaje que le haces porque es en vida que se demuestra el amor y es cierto que a la madre debe festejársela todos los días del año.
ResponderEliminarHace unos días publiqué un homenaje a mi madre, estuvo muy delicada de salud pero , aparentemente había salido de su gravedad, pero ayer de madrugada recibí la noticia de que tenía un tumor canceroso terminal…imagínate cómo me siento hoy!!!
Abrazos querida amiga.
Entrañable, angelical y mágica, Rosina...
ResponderEliminarAlgo muy parecido a ti, que siempre nos regalas tanto amor y ternura.
Que sepas que yo, y estoy segura que muchos más, siento algo parecido cuando vengo a tu casa. No sé si lo podrás creer o no, pero no hay día que abra mi blog y no me acuerde de ti y de mil gracias y te bendiga porque aparecer en mi vida, ofreciéndome algo tan generoso y lleno de belleza como poner voz a uno de mis escritos.
Para mí era un motivo de alegría ver que me escribían un comentario en varios meses y esto hizo que empezaran a llegar muchos más, que conociera a montones de amigos con un talento enorme y un corazón siempre dispuesto a dejar una palabra de cariño. Nunca más estaría "sola".
Tú fuiste mi magia... : )))
Millones de gracias, Bea de mi corazón, (porque de veras que en él te llevo).
Un abrazo enorme, para ti, para Ruth y para todos.
LOLA