Llevaba unos días con un stress poco normal. Habitualmente se organizaba mejor pero hoy, sin saber decir “no” a nadie que la necesitara, tenía la agenda peor que un médico del seguro!
Eran ya sobre las 7 de la tarde y la reunión tenía mala pinta; había que estrujarse la mente entre todos para llegar a alguna conclusión que beneficiara a esas familias que todo habían perdido en la última tragedia. Se suponía que al ser todos ellos la máxima autoridad de la pequeña localidad, algo más podrían hacer que los simples ciudadanos.
Al principio no supo identificar el suave ronroneo en su costado e instintivamente se tocó ligeramente con sus dedos hasta que reaccionó y tomando disimuladamente del bolsillo el silencioso móvil con su mano, abrió la línea del mensaje: ¿Antequera en una hora?
Con la eficiencia que la caracterizaba escribió un escueto "sí" y siguió la discusión de la mesa. Tan solo un minuto después y completamente excitada pudo reorganizar sus pensamientos para entender lo que significa ese "sí".
Tuvo que adoptar una postura seria, casi de urgente preocupación para que no dudaran de la necesidad de salir de inmediato que requería el mensaje que acababa de recibir. Todos la entendieron y despidieron y ella empezó a correr por los pasillos hacia el aparcamiento donde tenía el coche.
Llegar le costaría más de una hora; no le preocupaba. Hacia apenas dos días que se despidieron con un “hasta la semana que viene” como dos personas coherentes mas estaba claro que no lo eran.
Ya en la autovía se centró en no cometer ninguna imprudencia para acelerar sin meterse en problemas.
Ya en la autovía se centró en no cometer ninguna imprudencia para acelerar sin meterse en problemas.
¡Cuánto disfrutaba conduciendo! Qué sensación intensa y plena. Aún puede recordar cómo contaba los años que le faltaban para llegar a su mayoría de edad y poder tener carné. Ese fue su primer gran recuerdo de felicidad ¡Qué tiempos aquellos!
Sonreía cada vez más impaciente. Todo era silencio en el interior del vehículo, eso ayudaba a pensar un poco en lo que estaba ocurriendo en su vida; ella, la persona ordenada, cuadriculada, previsible... Sin ropa para cambiarse, sin cepillo de dientes... Se echó el pelo hacía atrás abriendo sus dedos entre los mechones, y se negó en redondo a cuestionarse ni un segundo más.
Se sentía viva ¡Viva! Y no iba a perder ninguna de las circunstancias que le regalara esta inusual realidad que la había despertado de su largo letargo.
Le encantaba esta manera de relación transgresora, impulsiva, imprevista y llena de momentos desconocidos y mágicos. Así los sentía, había magia. Era feliz. Sus pensamientos eran como cantos de sirenas…
Empezó ha hablarle en la distancia porque ya se sentía entre sus brazos, acurrucada y llena de ternura por lo que le hacía sentir, por lo que producía en ella esa cercanía:
"Mirarte es iluminarme, tu música, el despertar de mis ilusiones, los colores de mis emociones decoran una paleta limpia y consiguen un brillo que desconozco.
Cuando estoy cerquita me quedo callada, confiada y expectante porque el trecho entre lo que parece, lo que no sé y por fin sucede, me vuelve loca.
Siento que me arrastran las emociones, me lleno de felices momentos colgada en una nube suave que se columpia chispeante en un cielo cuajado de estrellas”.
¿Desde cuándo soy poeta? -se preguntó- Jajajaja ¡Se sentía tan feliz!
"Empieza a llover y eso me embriaga, me abraza y me da ternura. Adoro los días de lluvia, son como señales anunciando cómo me dejaré y cómo me convertirás en un charquito de vida agradecido.
Estoy entrando en la calle donde sé que podré aparcar sin problema y se encoge mi estómago al ver las luces de tus frenos haciendo que te reconozca.
No puedo esperar más para cogerte ambas manos, acercarte, mirarte y hablarte con mis ojos emocionados y alegres.
Me he escapado sin remordimientos porque sentir como te acercas por detrás, como me rodeas con tus brazos, notar tu aliento en mi nuca, tus susurros, girarme, tocar tu piel... No parezco yo, no me reconozco ¡Me haces sentir otra persona! No sabré cual será tu siguiente roce pero escuchar como te aceleras, como te detienes o como me acaricias al deslizas tus dedos... Conviertes mi realidad en un verdadero cofre de tesoros por abrir".
Mi libertad es poder sentir lo que me provoca tu presencia.
Beatriz Salas Escarpa
Cada uno siente su libertad de una manera, una desde mi punto de vista queda muy limitada y sujeta a que en cualquier momento desaparezca.
ResponderEliminarUn abrazo.
Mi querido Emilio, qué alegría leerte! Contesto, limitada o no, aunque desaparezca, la libertad debemos sentirla, al menos, de vez en cuando para nuestro estado de salud mental.
EliminarUn fuerte abrazo
Cuantas veces la felicidad no es más que una forma de pasar por la vida, un instante, un rayo de sol tras la lluvia o una carretera que te conduce justamente donde quieres ir.
ResponderEliminarUn abrazo.
Así es, querida Aurora, todo eso y dejarse...
EliminarDónde andas??? Te he estado buscando sin éxito y resulta que no tengo tu correo.
Tienes una entrada dedicada a ti, en este blog, que de seguro no has visto. Solo pido que puedas leer esta respuesta para que le des al enlace y puedas escuchar la grabación más larga que he hecho para este blog porque me apasionó tu cuento de Ausencia.
Un abrazo fuerte.
http://beatrizsalas10.blogspot.com.es/2013/03/aurora-garcia-rivas-ausencia-del-paramo.html
La felicidad es tan ...frágil? que apenas dura y hay que hacer que no se pierda en el tiempo, que se nos quede pegada a nuestra piel, es tan hermosa cuando se siente...
ResponderEliminarMi Elena del alma, mi niña chica, la felicidad puede ser frágil, efímera, de pequeños momentos pero también depende de nosotras mismas, de como enfoquemos la realidad, de nuestras expectativas y de que nos dejemos embriagar por... (pues tb por unas torrijas... jajajaj)
EliminarTe echo de menos, tengo que llamarte.
Un abrazo fuerte, fuerte, fuerte como tú eres, la más fuerte que conozco.
bonito, la ilusión nueva que desmarca del resto y mueve montañas; me gusto leer tu blog amiga
ResponderEliminarMuchas gracias y un fuerte abrazo.
EliminarAsí es Beatriz, tu libertad era poder sentir lo que provocaba su presencia. Me ha gustado desde el principio hasta el final.
ResponderEliminarBesos. Rosa.
Querida Rosa, me hace mucho bien tu opinión.
EliminarUn fuerte abrazo
Has sabido transmitirme el estado de la protagonista de tu relato.
ResponderEliminarTracy, querida, muchas gracias por tu apoyo.
EliminarUn beso para vosotras.
Precioso relato.. lleno de vida y de ilusión .. Me ha encantado!!
ResponderEliminarUn enorme y cálido abrazo
Aris, querida, muchas gracias por estar siempre cerquita.
EliminarTe doy un cariñoso abrazo.
Una cita
ResponderEliminarcon todos los ingredientes
para ser feliz.
Un abrazo
Pues sí Marisa, la verdad es que sí.
EliminarMuchos abrazoss
Un relato intenso, in crescendo, en el que el lector, intentando anticiparse a la protagonista, también quema adrenalia en su particular frenética carrera renglón abajo...
ResponderEliminarAbrazotes
Gracias Margarita, me estoy aficionando a escribir lo que va surgiendo... a ver lo que dura esta inesperada inspiración que me hace correr al teclado y plasmar del tirón la realidad entendida por el personaje.
EliminarUn fuerte y cariñoso abrazo.
Es tan fácil ponerse en la piel del personaje y huir en busca de esa persona que la hace sentirse viva y vibrante... ¿Quién no desea huir de todo lo que nos constriñe y llegar a los abrazos que nos sostienen?
ResponderEliminarUn relato muy bonito, Beatriz, lleno de calidez e, incluso, de una sensualidad que le sienta muy bien en su recta final.
Un abrazo bien grandote.
Mi querida Isabel, tu opinión me interesa muchísimo y te agradezco tu paso y tu huella de todo corazón.
EliminarUn abrazote grande.
Me emocionastes mi niña, me puse en el lugar de la protagonista porque en algún tiempo, no lejano, yo he sentido lo mismo que ella en el coche yendo a la cita...y tu lo expresas divinamente
ResponderEliminarUn abrazo
Ainssss Teresa, que alegría que te haya gustado.
EliminarMuchas gracias por animarme.
Un fuerte y cariñoso abrazo.
Gatita, me encanta leerte y saberte cerquita.
ResponderEliminarMuchas gracias y muchos abrazos.