Seguidores

miércoles, 1 de mayo de 2013

Esperanza Temprano Posada - EL ENHEBRADOR DE AGUJAS - Del Blog "Quisiera contarte"



Puedes escuchar la grabación del relato en el reproductor
By Esperanza Temprano Posada

El abuelo empezó la tradición y mi padre me inculcó la importancia de la labor que habíamos de desempeñar. Siempre pensé que exageraba, enhebrar el hilo para que otros cosieran sus heridas, zurcieran sus rotos y bordaran con adornos sus secretos más inconfesables, era una tarea harto sencilla. Con el tiempo y la experiencia descubrí que no era así.

A fuerza de mirar la vida por el ojo de una aguja, aprendí a enfocar lo importante en el punto de mira, a aparcar los grandes problemas porque solo hay sitio para uno cada vez y en tamaño reducido. Comprobé que siempre hay hueco para una sonrisa, una caricia o un beso y que las puntadas que nunca se descosen son las dadas con los actos más pequeños.

No me falta trabajo, son muchos los que siguen empeñados en grandes batallas y mayores glorias que, al final, vienen a mí para que les enhebre el hilo que remiende sus miserias.




Escrito por Esperanza Temprano Posada

http://elrastrodelapalabra.blogspot.com.es/2013/03/el-enhebrador-de-agujas.html

13 comentarios:

  1. Esperanza, Beatriz y Ruth, os felicito por tan maravillosa entrada. ¡Cuánta razón y veracidad hay en ella y con cuánta delicadeza se ve reflejado el sentido de la vida!.
    Me ha gustado muchísimo.
    Besos. Rosa.

    ResponderEliminar
  2. Muy bueno amigas. Feliz día de fiesta, un beso.

    ResponderEliminar
  3. Mi niña....enhebrar el hilo para que otros cosieran sus heridas, zurcieran sus rotos y bordaran con adornos sus secretos más inconfesables...puede ser agotador...te lo digo por experiencia propia.Es gratificante y hermoso, pero llega un momento en que...cosessss tantoooooo jajajjajajajaja que te olvidas de coserte a tí mismo...porque no tienessss tiempooooo.Miles de besos para las dos!!!!!Tardo...tardo mucho en pasar...las tareas son muuuuchas...pero....sigo cosiendo jajajajjajajajajajaj.Besitossss

    ResponderEliminar
  4. Un texto muy reflexivo y acertado, además de engrandecido por esa vocalización tan específica de Beatriz. Felicidades a ambas.

    Besos.

    ResponderEliminar
  5. No puedo escucharlo, es como si el reproductor estuviese desconectado...

    Relato sencillo y reflexivo, muy bueno.
    Y es que dejamos las pequeñas cosas, sin prestar atención, y cuentan más que las grandes.

    Un abrazo para todas.

    ResponderEliminar
  6. A fuerza de mirar la vida por el ojo de una aguja, aprendí a enfocar lo importante en el punto de mira, a aparcar los grandes problemas porque solo hay sitio para uno cada vez y en tamaño reducido. Comprobé que siempre hay hueco para una sonrisa, una caricia o un beso y que las puntadas que nunca se descosen son las dadas con los actos más pequeños.A LA FUERZA ME PASO LO MISMO Y AHORA SOY MAS FELIZ.GRANDES SOIS LAS DOS.BIKIÑOS

    ResponderEliminar
  7. Se puede mirar a través del ojo de una aguja pero detrás de él, veremos todo un mundo abierto para nosotros.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  8. Entonces puedes decir que aprendiste sabiduría, querida Beatriz. Ojalá todos supiésemos distinguir lo necesario de lo superfluo y prescindir de lo que no nos hace ninguna falta... ¡y son miles de cosas las que nos acosan sin necesidad! Pero somos tozudos, ambiciosos y, en el fondo, unos puros ignorantes.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  9. ES CIERTO...LO HACEMOS ALGUNOS SIEMPRE...
    GRACIAS POR TUS PALABRAS, SON SIEMPRE UN GRAN APOYO...
    BESOS POR TODO!

    ResponderEliminar
  10. ¡Cuánta sabiduría! en una acción -a veces- tan simple en su acto. Sabernos enfocar en un punto,y desde allí desarrollar todo un conjunto de acciones, es de sabios.
    Bello texto de Esperanza, que en tu voz se resalta.
    Un beso.

    ResponderEliminar
  11. Qué magnfica metáfora. Hasta en la brevedad del texto la autora muestra esa coherencia de construir con pequeñas puntadas. Y, como ellas, que son las más duraderas, el texto arraiga y emociona, y remueve la conciencia y el corazón del lector. Una acaba por tener que cuestionarse a qué grupo pertenece, y si está donde quiere, o donde debe... Pequeño texto sí, ¡pero menuda lección!...

    Un fuerte y cálido abrazo

    ResponderEliminar
  12. Me ha encantado, Beatriz. Cuánta verdad encierra este cuento metáfora lleno de enseñanzas.
    Felicito también a Esperanza, su creadora.
    Un abrazo de Mos desde la orilla de las palabras.

    ResponderEliminar
  13. Felicidades, Beatriz, por tan estupendo trabajo. Yo, que ya conocía el texto, me ha encantado redescubrirlo.

    Un abrazo

    ResponderEliminar

Comentarios es tu espacio para expresarte.
Agradezco infinitamente que dejes tu huella.
Muchas gracias.

Beatriz Salas Escarpa