Este párrafo pertenece a la última parte de una reflexión que me ha parecido muy importante compartir.
Os invito a visitar su blog, conocer sus reflexiones y esta entrada en particular.
Lo que nunca dijimos
Yo me olvidé de decirte que fue bonito mientras duró.
Y a ti, que seguramente cuando lo pensaste, te diste cuenta de lo ridículo que fuiste.
Y tú quizás quisiste decirme que me querías, pero no tuviste el valor de decírmelo.
Y puede que tú quisieras solo unos encuentros esporádicos sin compromiso pero no sabías cómo quedar bien.
Y a ti, que tanto me dijiste, tanto me prometiste, quizás se me olvidó decirte que no puedes perder algo que nunca has tenido.
Y a todos vosotros, que la felicidad es tan efímera como esas estrellas fugaces. Por eso, hay que saborear esos momentos antes, durante y después.
Y a todos ellos, que sigan creyendo en ellos mismos. Si queréis algo, aquello que tanto habéis deseado, si sabéis decirlo bien, seguro que al final, termináis por conseguirlo.
Y a todo el mundo, me gustaría decirle lo muy equivocados que están muchas veces cuando creen estar invadidos por sentimientos de soledad, de tristeza, de abandono.
Todo pasa.
Lo verdaderamente importante permanece.
Los tacones rojos