Tu voz es de sirenas,
Tu voz de alarma,
Tu voz de animal
Tu voz, esa, que golpea los dientes,
Esa, que inunda el centro y desborda aliento.
Tu voz agria y efervescente;
Tu voz de colores y de formas.
Gime y enséñame tus matices.
Tu voz de locura,
Tu voz de cordura dudosa,
Tu voz, esa, que sale de franjas escarlatas,
Esa, que se desliza por tu lengua
Esa, que sale como humo de tus labios entecados,
Murmura lo que pienses y da igual si es pecado.
Tu voz,
voz de tentación
Tu voz de Afrodita,
Tu voz malditamente divina,
Tu voz de gata en celo,
Tu voz arrecha,
Tu voz de tristeza,
Tu voz de candidez,
Tu voz de infamia,
Tu voz de melancolía,
Tu voz, esa, que reactiva procesos químicos,
Esa, que amansa bestias,
Esa, que despierta víboras.
Déjame habitar en tu ojo, huracán
Establecerme en tu silencio, el mutismo de tu boca;
Esa, que se prostituye y a mi me encanta.
Tu voz, tu boca, tu aliento.
Autor: Carlos Arturo