alojo sentires acercándome a realidades,
soy en ti, consciente de mis límites,
sigo adelante, miro tu mirada,
sucumbo a nuevas tempestades;
aún así remonto el vuelo,
una y otra vez...recostada en tu alborada.
No me rindo a la fatalidad,
soy de carne y hueso,
contigo, emancipada,
mantengo unida mi cordialidad,
esa que antaño perdí no sé donde,
hallando en el viento, luz de encrucijada;
Ahora llora mi segunda vida,
cuando la tercera canta de júbilo,
ambas somos infinitamente diferentes,
en las tinieblas, sintonizan, se abrazan.
He vaciado mi mochila de maldiciones,
alojo emociones que llenan mi vacuidad,
tenernos, conocernos, disfrutar de momentos;
fantástico en esa genuina dualidad.
Despierta en nos la gracia indisoluble,
desaflojo la ambigüedad que florece,
ven, acércate a mi, ven a mi, si...
¡Vaciémonos para volvernos a llenar!
Mara Pérez y Fernández