"Una virtud hay que quiero mucho, una sola. Se llama, obstinación. Todas las demás, sobre las que leemos en los libros y oímos hablar a los maestros, no me interesan. En el fondo, se podría englobar todo ese sinfín de virtudes que ha inventado el hombre, en un solo nombre. Virtud es: obediencia. La cuestión es a quién se obedece. La obstinación también es obediencia. Todas las demás virtudes, tan apreciadas y ensalzadas, son obediencia a las leyes dictadas por los hombres. Tan sólo la obstinación no pregunta por esas leyes. El que es obstinado obedece a otra ley, a una sola, absolutamente sagrada, a la ley que lleva en sí mismo, al "propio sentido".Hermann Hesse
Beatriz, leí el libro Obstinación para un trabajo en mis estudios literaris. Antes había leído El lobo estepario. Hesse me "voló" la cabeza (como suele decirse). No creo que nadie pueda leerlo y ser el mismo después... Me trajo muchos recuedos tu fragmento, porque era la cita que había seleccionado yo también.
ResponderEliminarGracias
Muchas gracias, CLaudia, por tu amable comentario.
ResponderEliminarUn placer conocerte, recibe un abrazo cariñoso