Desencontrándonos
By Beatriz Helbling
El
encuentro fue casual. Caminábamos en direcciones opuestas y de repente, después
de mucho tiempo, estábamos frente a frente esforzándonos en identificarnos.
Recelosos, con la duda o el temor, de equivocarnos.
Nos
hubo pasado tantas veces esa ineludible sensación de confundirnos, de no
reconocernos, de saber que ya no éramos; ese angustioso temor de descubrirnos
cada mañana sabiendo que íbamos dejando de ser, y ese desgarro en el instante
último en que fuimos conscientes de que tú ya no eras tú, y yo ya era otra.
Y
ahora de pronto en esta casualidad que nos ha paralizado sentimos esta extraña
sensación de dos cuerpos, el tuyo y el mío, con la tentación de acercarse; esta
inexplicable atracción que nos brota desde muy adentro y hace que nos
reconozcamos en este espacio de pasos detenidos, en este impulso sereno de
volver a ser nosotros otra vez, inesperadamente, en este encuentro casual,
anhelando que se concrete este titubeante intento de abrazarnos y que se
entrecomille esta brevedad.
-
Estás guapa -me dices con un hilo de voz tan frágil como nuestra propia
historia.
-Me
alegro de verte- contesto con temor de que el equívoco surja como antes.
Tiemblo.
Tú también.
Ambos
percibimos la confusión en la piel. Sólo en la piel.
Porque
tú y yo, o uno más que el otro, o los dos con la misma intensidad
hoy hemos sentido un pellizco en el alma. Por ese tiempo
en que fuimos uno y uno sin esforzarnos por ser dos. Por ese tiempo perdido. Y
porque a veces, irremediablemente, es demasiado tarde para sumar
diferencias.
BEATRIZ
HELBLING
25
de octubre de 2011
Hay lenguajes que no mueren, como el de la piel... pero el temor y el "así debemos comportarnos" nos quita autenticidad; el pasado doloroso tal vez, hace que nos repleguemos, mermemos, extingamos el amor.
ResponderEliminarEs muy hermoso el texto. Te ha quedado increíble, Bea...y escogiste una exquisita música,Ruth.
Sé que este texto tiene más...mucho más, pero por ahora sólo siento y dejo mi breve impresión, quizás algo distraída, me temo.
Mis besos y abrazos para las tres.
Si de nuestra vida hiciéramos inventario… tal vez descubriríamos que hemos vivido con preocupación, con dolor, con temor, o simplemente hemos perdido muchos de esos momentos que estuvimos en el pasado…
ResponderEliminarLa vida está ocurriendo en este momento. ¿Por qué le permitimos a nuestra mente que nos lleve a pensar en el pasado, reviviendo una y otra vez los momentos y las situaciones difíciles que alguna vez vivimos y que aún no hemos podido superar? Además, no podemos cambiar lo que ya ocurrió...
Vivamos nuestro presente.
Un fuerte y cálido abrazo
Es toda una historia, un mundo de reflexión.
ResponderEliminarLa música, la voz y las palabras se conjugan una vez más de manera armónica y me quedo pensando en lo escuchado y sólo puedo decir Belleza.
Felicidades
Lo que hacen los encuentros casuales jejejej. Un besazo.
ResponderEliminarGracias por hacer que hoy un texto mío me emocione. Que hoy sea yo la que me estremezca al ver este vuestro trabajo, vuestra maravillosa labor en favor de los que con humildad, pero con mucho respeto por la escritura nos dedicamos a hilvanar sentimientos con la palabra.
ResponderEliminarMil gracias y enhorabuena por vuestra dedicación
¿El encuentro fue casual?, cada vez me inclino más a pensar que todo tiene un objetivo que con los años descubrimos. Definitivamente lo que una vez no fue, ya nunca más lo será, porque los años nos cambian y nos dejan más que huellas en la piel, cicatrices en el alma. Bello texto, visitaré a su autora. Mis felicitaciones para ti Beatriz y para Ruth, ustedes trabajan en forma maravillosa.
ResponderEliminarBesitos.
Muy bien logrado, excelente
ResponderEliminarQue maravilla de texto de voz y de música, mis felicitaciones a las tres, gracias Beatriz por compartir y darnos la oportunidad de conocer tan buenos textos, relatos y poesía,
ResponderEliminarun fuerte abrazo de Lola.
Una historia real, triste pero tan y tan emotiva!!! y es que la piel nos dice tanto...cuando hemos amado a alguien...y siempre queda ese peque;o fuego en nuestro interior, a pesar de que sabemos que no va a volver a suceder...
ResponderEliminarMe ha tocado el relato, bufff
Tu voz Bea impregna de sentimiento
Un abrazo
Es precioso, un poco triste pero muy bello. Felicidades a las tres.
ResponderEliminarVaya que la voz de la piel sí que sabe expresar emoción. Buena casualidad para las buenas intenciones. ABRAZOS.
ResponderEliminarhttp://enfugayremolino.blogspot.com.ar/
Tengo tan interiorizada tu voz, tan hecha mía, Beatriz, que procuro leer el texto antes de escucharlo de tu aparato fónico; luego le doy al "play" y todo se encumbra. Felicidades a Beatriz Helbling por este texto tan bello.
ResponderEliminarUn gran texto que me deja reflexionando y con un "quizá" bailando entre líneas.
ResponderEliminarFelicitaciones a las tres. Sois geniales.
Besos.
Muy bueno todo, Beatriz.
ResponderEliminarTu trabajo de voz, la música y sobre todo el texto te llega por lo normal de este tipo de sensaciones y encuentros inesperados. Normal pero contado de una forma que penetra en el interior nuestro y te hace pensar en todo lo que los seres humanos nos perdemos por no saber sumar sentimientos.
Un abrazo y enhorabuena de Mos a las tres desde la orilla de las palabras.
Muy bella trilogía...una prosa de alta reflexión la de la autora...tu voz Beatriz...como siempre...la dulzura por excelencia...y la música que pone Ruth... entrelaza la sensibilidad del oyente. Bravo a las tres !!!
ResponderEliminarllego aquí casi un año después de escrito ese texto. qué maravilla!
ResponderEliminarun abrazo a cada Beatriz*
Hermoso como todo lo que escribes Beti.... arrinconé el alma ... te quiero Amiga
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