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lunes, 3 de septiembre de 2012

Beatriz Salas - Reflexión



By Beatriz Salas

Y siguiendo con mis reflexiones…
Soy de acostarme pronto y despertarme cuando el sol aún no ha despuntado.
Son momentos mágicos donde la casa respira silencio y yo me siento muy en paz.
Desde pequeña he visto a mi padre con una pequeña radio y su auricular, que usaba cuando se acostaba y al despertarse. Imagino que a muchos os habrá pasado lo mismo, ellos se acostaban con José Mª García y se despertaban cada uno con la emisora que más les convencía. Pues yo, he acabado haciendo lo mismo. No me acuesto con la radio aunque sí que, al empezar a despertarme, la conecto y voy escuchando noticias.
Esta madrugada me ha sorprendido la conversación que tenían el locutor y un experto en… no lo sé. Hablaban de la sociedad actual, la que vivimos y sufrimos por igual.
El experto decía… La democracia es elegir, sí, aprender a elegir, hacernos elegir y a partir de ahí empezamos a elegirlo todo. 
Y cuando digo todo, es TODO.
Ya no hay orejeras, ahora es “todo el campo es orégano” y nos pasamos el día decidiendo qué nos gusta más, qué es lo más adecuado para cada uno, decidiendo absolutamente todo. No digo que esté mal, expongo la realidad. Y claro, nos perdemos, nos quedamos sin barandillas, sin saber qué está bien y qué está mal porque dependiendo de a qué tribu pertenezcamos, todo puede ser aceptado o completamente rechazado. Las personas de más de 50 años, hemos pasado por diferentes etapas y las hemos ido recibiendo, primero con alegría, luego con desconcierto, después con asimilación y al final, estamos perdidos. Y no sé si me estoy explicando bien porque tratar de plasmar en unas líneas lo que para mí está tan claro… Ojala lo entendáis. Y claro, si podemos elegir, podemos lanzarnos sin pesar, en el precipicio de todo vale y sino es así, es que no nos comprenden. Ya no hay que hacerse cargo de nuestros mayores, elegimos que eso no es vida para nosotros y buscamos soluciones. Ya no hay que apechugar con los enfermos porque eso nos quita la vida, ya no soportamos a los críos, que deseamos en su día tener más que nada en este mundo, por los que tienes que dejar de elegir para dedicarte a ellos en cuerpo y alma, sin poder pensar en otra cosa, aprender cada día como educarlos bien ¿Bien? Y ¿qué es eso? Porque las teorías se nos amontonan, “amigos de ellos” pero “no amigos” porque se pierde el respeto. Que se expresen para que sepamos qué piensan por dentro pero, ¡que no nos cuestionen! A lo que pronto llegan si se les permite hablar, y ¡como hablan ellos! porque nosotros, cuando así lo hacen, pensamos que hemos perdido la autoridad.
Y es que, ¡Hemos perdido la autoridad!… Bueno, era un ejemplo y es un tema demasiado denso, arduo y extenso para desarrollarlo en el tema que os presento hoy.
Y resumía el experto, que la mayor enfermedad a la que nos enfrentamos y a la que estamos llegando todos es la “soledad”.
Y no la escribo con mayúsculas porque la soledad es muy triste, muy pequeña y nos ahoga en silencio. Llegamos a ella eligiendo lo que nos conviene, no aceptando, no aguantando o como queráis llamarlo y sobre todo, porque para poder ser libres, de verdad, como dice Chavela Vargas, hay que estar solos.
¿Cómo solucionamos la tristeza que acarrea la soledad?
Aquí os dejo este tema tan actual y que tanto daño está haciendo.
Un fuerte abrazo a todos los que paseéis por estas letras.

26 comentarios:

  1. Interesantísima reflexión Beatriz. Y evidentemente lo has expresado perfectamente, pero como dices es un tema muy, pero que muy denso y controvertido.
    Como siempre, un placer leerte!
    Besos!!!!!

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  2. He pensado en ello desde hace mucho tiempo, y creo que tu reflexión esta a día de hoy, muy reflexionada. Antes convivíamos en un colectivo bastante más pequeño -como en los pueblos- y desde que la ciudad es ciudad, algo perdimos, o nos pedimos..."la soledad entre el gentío" Buen tema, y que da para mucho.

    Abrazo

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  3. Buenos días, querida Beatriz.
    Tuve una amiga, que por su trayectoria docente (casi 40 a.), su trato con la juventud, en especial la que estaba a punto de iniciar su periplo universitario; ya ella "notaba el cambio", cómo pensaban...
    En nuestras largas conversaciones, que tanto echo de menos, nunca lo vió negro, yo sí.
    Siempre me decía: el futuro está en manos de esta juventud, hasta la monarquía les sobra, no pasará nada; habrá un cambio de ciclo. Estaba convencida y hoy también pienso como ella. ¿Para bien o para mal? Ahh. Ya ha empezado.
    Y la soledad? sí, claro que es muy fea. Al dejar de trabajar ¡lo pasé muy mal! Un día me visitaban 20 amigas pero luego ¡no aparecía nadie! Tanto que un día les dije, jaja ¿"ustedes se ponen de acuerdo"?.
    Conclusión: ¡cambio de ciclo! Nada de mirarme el ombligo continuamente. ¡Y me falta tiempo!
    Bueno, querida Beatriz, gracias por tan estupenda reflexión, que es tuya, jaja, no mía, que por cierto es la 1ª que leo. Yo, siempre con mis despistes.
    Abrazosss

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  4. Buenos días Beatriz
    Mi primera lectura con el café...muy tempranero, aún no ha salido el sol
    Tienes razón, es un tema muy extenso...y complicado.Tiene muchos matices
    La soledad...amiga y enemiga..
    Vivo sola, con mis dos hijos, es decir no tengo pareja
    Pero no puedo decir que vivo en soledad.Ya son dos adultos, dos compañeros
    Nunca he sentido que he perdido autoridad, tal ves, porque nunca me gustó tenerla.Cuando chicos, lo eduqué siempre dentro de lo que podría llamar negociaciones jajaja!! Ahora son socios de mi existencia, pero siempre me dejan tener la mayoría accionaria jajaja!!
    He sido afortunada, siempre están, nunca han construido un muro generacional
    Participan de mis actividades y me hacen participe a mí de las suyas
    Me hacen amiga de sus amigos, y ellos son amigos de los míos y comparten
    Mi hogar es una hogar joven, a pesar de que hace largo rato dejé los 50, y hay fines de semana,que tengo que pelear con ellos, porque no quiero salir con ellos jajaja!!Y como siempre están , y siempre mi casa está llena de Ellos, añoro los momentos en que estoy sola, pero no en soledad jajaja!
    La edad, si estamos sanos de mente y espíritu, no es un abismo
    Para mi es crecer y cada día aprender algo nuevo...ser una eterna aprendiza de vida...en eso me esmero y creo que eso, precisamente es lo que aleja la soledad de mi existencia
    Besossss Beatriz, fue lindo esperar el asomo del sol en compañía de un café bien caliente y tus reflexiones



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  5. Como he aprendido a estar en el silencio no tengo esa triste sensación porque donde está el silencio , no está la soledad.

    Sigue escribiendo que dices cosas muy bellas y llenas de sentido, ¡Me gusta leerte!
    Besos.

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  6. Beatriz,quiero ser optimista y entrando en tu reflexión te dire...Que hemos tocado fondo,es hora de despertar y que el espíritu tome las riendas de su destino,dejando a un lado lo material...Es hora de renovar los valores del espíritu y ser conscientes,es hora de SER,Beatriz.
    La soledad, cuando la plenitud ocupa el alma,sencillamente deja de ser...
    Te dejo mi gratitud por compartir y mi abrazo inmenso por tu autenticidad.
    FELIZ SEMANA,AMIGA.

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  7. La soledad es un arma intangible capaz de abrir orificios insalvables.Una enfermedad tan longeva como el mismo mundo y tan aterradora como ese final incógnito.
    Sin embargo y a pesar de todas las vicisitudes presentes que sutilmente nos abocan a ella,hay que ser conscientes de esa su presencia e intentar acorazarnos frente a su desolación.
    Yo diría que "corazonarnos", intentar por todos los medios posibles que no nos de alcance del todo,tratar de hacerla permanecer tras la estela de nuestros pasos,mientras luchamos denodadamente pos subsistir y salir de este involuntario pozo en el que estamos.
    Besos.

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  8. Antes, cuando era más joven, creía saber todo o casi todo; hoy con más años y experiencia, no tengo nada claro, son muchas cosas las que se me han caído, el concepto democracia lo han destruido en beneficio de unos pocos, el de autoridad siempre lo quiere el otro para ostentar más poder olvidando al pueblo que es quien realmente ha de tenerlo, no quiero extenderme, pero si que es cierto que este mundo que unos interesados han globalizado, ha hecho a los seres humanos egoístas y que se encierren en sus conchas, la soledad en la que vive el ciudadano es palpable en nuestras calles, en las empresas, en las comunidades e incluso en las familias. El hombre siempre nacía acompañado y moría de igual forma, hoy lo haces en la calle y nadie se para o mueres en casa y te encuentran fosilizado.

    Un abrazo en mi vuelta de vacaciones.

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  9. Hola Beatriz, Al regreso de unos días de vacaciones quizás un poco relajado o olvidado de la que se nos avecina, he visitado tu blog, tu fantástico
    e interesante blog, muchas y bellas letras desgranas en cada monólogo verso
    o refranes. Muy gratamente te saludo y te felicito, gracias, te sigo viendo
    Un beso
    Ángel-Iisidro.

    Http://elblogdeunpoeta.blogspot.com/

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  10. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  11. Hola Beatriz!
    ....Como si te estuviese oyendo de tu viva voz! a como gratamente nos permites escuchar en tu blog de difusiòn! y que creo a todos nos gustarìa le pusieras voz a èsta magnìfica reflexiòn que haces.

    Realmente como bien dices!, a nivel general (global)se asiente que hay cierto formato de anarquìa de los valores mas importantes e intrìnsicos al ser humano, en donde las consecuencias es la vida resultante que estamos viviendo; aunque se pretendìa lo contrario,es decir aumentar la comunicaciòn, acortar las distancias, promover la amistad y cercanìa en mayor medida.

    Pero si todo se vale!!..... en nombre de la tolerancia...etc., adonde han quedado los valores como el AMOR,misericordia, la familia, el perdòn, la sensatez del alma, sinceridad, autenticidad etc..? Si se ha descuidado la casa, el templo en que deberìan estar esos valores!

    Si al final se ha hecho mayor ènfasis en el materialismo, individualismo e independencia.lo que ha quedado es una inmensa tendencia que apunta a una sociedad frìa, desolada. "soledad"
    en los paises de occidente ya nadie quiere hijos, ni familia, ningùn compromiso alguno.
    apenas hay un mìnimo de excepciòn ; en donde el matrimonio y la familia es lo menos y a veces hasta ridìculo.
    Por ello celebro tu reflexiòn! porque toca los filamentos de la sociedad moderna, y ojala fuese el detonante entre otros para una despertar autèntico, en donde sea el Amor, la paz,libertad los valores reales en que se abrigue toda nuestra vulnerabilidad con la ayuda de nuestro creador!
    /Un abrazo con cariño
    y muchas bendiciones!!

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  12. Hola Beatriz querida y preciosa amiga, siempre es un gusto leerte, con tus palabras es cómo si nos invitaras a tu hogar y poder juntos compartir un bello desayuno a tu lado, al menos así me siento, aunque nos separan tantos kilómetros, cuando te leo, me imagino tu voz, tu sonrisa, tu cariño incondicional y disfruto así de tu amistad y amor.
    En lo personal de adolescente le escribía siempre a la soledad y no sé por que ya que no me sentía sola en mi familia, pero cuando recibí a Jesús en mi corazón Él cambio la soledad por su compañía y hoy ya de adulta disfruto el estar sola, tal vez en silencio como dice nuestro amigo André.
    Ojalá muchas personas puedan revertir esa palabra que asusta tanto como la soledad y puedan encontrarse consigo mismo y puedan dejar que Jesús llene el vacío del corazón. Si llegamos a descubrir lo valioso que somos y que tan sólo con escuchar a alguien o brindar una caricia, eso hace que al regresar a nuestro hogar no nos sintamos solos, sino que disfrutemos que pudimos ser de utilidad para alguien. Siempre hay personas que están esperando de nuestro amor y lo bueno es sacar de nuestro corazón la soledad porque ella nos mete en cautiverio y no nos deja ver el potencial que hay en nuestras vidas. Te amo amiga, sos mu especial para mí.
    Dios te bendiga!! Desde Argentina. Tere.

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  13. Quizá la soledad sea llevadera cuando se es joven (y depende), pero llegando a ciertas edades, es muy cruel. Te puede quitar hasta las ganas de vivir. Yo espero, que ni los míos ni yo la sintamos nunca en profundidad.

    Te dejo un beso y mi compañía.

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  14. Querida Beatriz, has tocado un tema trascendental, te felicito por la forma en que los has tratado.
    Elegir TODO, en libertad, ¿se puede elegir cuando se siente una profunda e inmensa soledad? ¿se puede elegir cuando en el silencio de la misma no existe ya ganas de ni soñar?.
    En cuanto a la educación, ¡cuánto hay por hablar!. Como docente de niños, ¿qué se puede esperar si los adultos tienen conductas y lenguajes de los que mejor no comentar?.
    Muchísimas gracias Beatriz por enseñarnos una reflexión tan candente y tan bien tratada.
    Muchos besos. Rosa.

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  15. Pienso que nos hemos vuelto unos adultos demasiado racionales, que el lado de la balanza del corazónm casi no cuenta. No recuerdo a mis abuelos sopesando si cuidar de sus ancianos padres les robaba libertad o no. Ni a mis padres haciendo cuentas sobre si dar de merendar a un chiquillo más quebraría su ya precaria economía. Ni si nos traumatizaría acercarnos a alguien, ya fuese joven o mayor, ingresado en un hospital; o, lo que hoy es considerado casi una barbaridad, presenciar el fin de alquien querido que ha muerto en su cama, en su casa, en mi casa, en nuestra casa. Nos hemos vuelto cerebrales, asépticos hasta la náusea. Nos apartamos de todo aquello -enfermedadad, vejez, muerte, sufrimiento- que altera, hiere, quiebra o socava la previsilidad de nuestro "proyecto vital". Y razonamos a la inversa para darnos la razón, esa que no tenemos; para acallar cualquier punto de debilidad que nos haga vulnerables. Cada elección tiene unas consecuencias y no, no hay vuelta atrás para algunas de ellas. Pienso que sólo quien presencia y asimila la realidad de la vida -con sus alegrías y tristezas- ensancha su punto de vista, aprende de ella y es capaz de afrontarla con serenidad. Ponernos en el lugar del otro parece tan difícil... Y luego, un día, nos damos cuenta de que estamos solos, con una soledad no deseada: enfermos de soledad. Y, mientras escribo esto, pienso en cuánto me gustaría no escribirlo, sino hablarlo, delante de un café, comprendiéndonos simplemente con la mirada.

    Gracias por esta reflexión tan necesaria, Beatriz.
    Un fuerte y cálido abrazo


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  16. Pues amiga, bonito paseo por tus letras, yo a veces ya no se que es la democracia, porque cada vez, los políticos la cambian a su antojo.

    Un besazo

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  17. Cierto Beatriz: la soledad es muy triste pero no es lo mismo sentirse solo que estar solo.
    conozco gente que vive sola y le encanta la independencia y libertad que eso conlleva. Viven solos pero no en soledad porque se llenan de actividades, de amigos, de lecturas, de gente alrededor y disponen como nadie de su tiempo.
    Supongo que la soledad del anciano es diferente cuando ya no hay nadie alrededor que te conozca y sepa de ti. Pero por otro lado pienso que somos seres sociales que podemos encontrar quien nos quiera escuchar y también escuchar nosotros.
    Buena reflexión, Bea.

    Un abrazo de Mos desde la orilla de las palabras.

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  18. No había leído ninguna de tus reflexiones pero a partir de ahora rometo hacerlo ya que me parece muy interesante.

    La soledad querida una bendición, la soledad obligada un martirio.

    Un abrazo

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  19. Terrible soledad la que nos acecha, sembrar la soledad, recoge semillas de abandono. No es lo mismo la soledad buscada a la soledad no deseada.Un besito y muy buena reflexión

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  20. Hola Beatriz, paso a visitarte y me encuentro con una reflexion que alude a un tema triste pero muy cierto.
    Hay personas que se sienten solas aun rodeadas de gente, en cambio hay personas viviendo solas y se sienten plenas asi, creo que eso de la soledad es un problema interno y por lo mismo de diferente sentir para cada uno.
    Un abrazo enorme.

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  21. No se como vamos a solucionar ese tema, la soledad, ( no buscada) es una enfermdead cada vez más común...y la tristeza está tomando posiciones cada vez más avanzadas...

    Muy buena relfexión Bea

    Un abrazo

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  22. Querida Beatriz, muy buenas tardes, paso por tu precioso blog para dejarte mi saludo. Muy buen texto muy bien narrado tan bueno como la misma realidad, estoy de acuerdo contigo amiga Beatriz, gracias por compartir tus letras, te dejo besos y abrazos grandote, con cariño, Lola.

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  23. Querida Beatriz, poco a poco voy visitando a todos los seguidores con el escaso tiempo de que dispongo. He leído tus dos últimas reflexiones y me parece muy acertado que entre los poemas muestres tu sentir, tu opinión nos importa.
    La soledad puede llegar a ser muy avasalladora y son muchas las personas que desgraciadamente la viven como una pesadilla.
    Un cariñoso abrazo.

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  24. Mi querida Beatriz...tus reflexiones son muy certeras...realmente la soledad se ha vuelto una epidemia...pero creo que todo tiene solución...la tristeza de la soledad tiene remedio...cuando Alguien está con nosotros, nunca estamos solos y la esperanza oxigena nuestra vida. Es un placer leerte, recibe un fuerte abrazo con mucho cariño.

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  25. Siempre recordada amiga...acabo de llegar de viaje y estoy lista para impregnarme de todo cuanto escriben los talentosos bloguistas.
    He leído tu artículo y comparto en cuanto a que todo ha cambiado y si no nos hemos dado cuenta de esto "los otros" nos lo repiten a través de los medios de comunicación y...así la repetición se hace ley. En mi país de adopción estoy saboreando ya, lo que se llama Soledad...bueno y para no sentirme asi...solita... he creado mis blogs y estoy muy feliz de tener muchos amigos virtuales. Además todo es bueno o malo en su medida. A mi me gusta mucho la libertad y la soledad para inspirarme, leer, escribir, escuchar música, meditar, conocerme más a mi misma. Pero tampoco me gusta vivir en soledad todo el tiempo. Me gusta integrarme y compartir con la gente. Pues todo depende de la cultura de cada uno o de la tribu como tu bien lo dices.

    Tu artículo es muy bueno y nos lleva mucho a la reflexión. Siempre estaré con agrado en tu casita. Hasta pronto Beatriz, saludos a Ruth.

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  26. Hola Beatriz
    Interesantísima refelexiónpara estos tiempos que vivimos, acertado tu texto para pensar en ello. En cuanto a la soledad creo que es buena compañera en algunos momentos, para ensimismarnos; en otros necesitamos la compañía de los afectos. Un beso

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Beatriz Salas Escarpa